24. Mono

395 29 6
                                    

Salamanca. Octubre 2018.

Anahí Markhez.

Es increíble cómo la lluvia lo cambia todo. Cambia los ríos, calma sequías, provoca tragedias, en proporciones justas hace y deshace. Es el clima ideal para una película romántica y empalagosa en exceso. O el clima ideal para que te persiga un asesino en serie, o algún espíritu suelto.

En mi caso, la lluvia sólo parece traerme problemas. Retrasó mi vuelo y me volvió a cruzar con estos chicos, haciendo que me atara a ellos por un tiempo.

Ahora, la lluvia hizo que salgamos corriendo, no lleve campera y Diego deje su campera en el apuro. La lluvia siguió y siguió...

La lluvia me dió fiebre.

— Si no puedes, le decimos a las chicas que te ayuden.- me ayudan a entrar al baño.

— Estoy bien! no estoy inválida.- me quejo, esto ya raya lo absurdo.

Desde que llegamos al hospedaje, todo el equipo estaba encima de nosotros.

Literal querían sacarme la ropa entre todos y meterme en el mismo infierno con tal de sacar el frío de mi cuerpo.

— Puedo sola, solamente déjenme... necesito tomarme un tiempo.-

Me adentro en el baño y me saco la ropa mojada. El agua caliente corría ya hace rato inundado de vapor la sala. De a poco iba sintiendo estabilizarse mi temperatura corporal.

Me quedé bastante tiempo abajo de la lluvia, hasta que me picó la piel. Al terminar, me cambié, levanté mi ropa mojada y salí. Me costaba caminar. Ameli sacó todo lo que tenía en la mano.

— Te lo mando a lavar y a secar.-

— Gracias Ameli.- le digo mientras trato de caminar, si no hubiese tanta gente amable en mi camino.

Muévanse torpes.

Déjenla respirar!- pide Lorena.

— Ana.- era el médico del lugar.— por favor, a tu cama.- los mira a los demás  para que se vayan.— Diego, igual.-

— Yo estoy b...- el doctor puso una cara que casi hace que se me pase la fiebre.— bien yendo a la cama.-

Nos dejan a los tres solos.

Yo entro en la cama y Diego me tapa con las frazadas. Terminado eso, él se mete arriba.

— Bien, Emilia.- saca todos sus instrumentos medidores, termómetro, tensiometro, estetoscopio, revisó mi garganta, mis pulmones y mi respiración.— tienes un cuadro leve de hipotermia, tus problemas hormonales te dejaron más expuesta, tu respiración está un poco comprometida y- golpea mi nariz levemente con su lapicera.- tu sinusitis no ayuda. Por suerte lo poco que hicieron ayudó a que no empeoren. Eso incluye a Diego. Hiciste bien en evitar que se duerma.-

— Que cuidados tenemos que tener con ella?.- escucho que pregunta desde arriba.

— Estas medicaciones, los dos, y mis indicaciones. Sopas y bebidas calientes, y... consuman comidas grasas. Los cuadros de hipotermia hacen que se consuma rápidamente esa grasa que almacenamos para consumir diariamente. Hasta que se recuperen seguirán perdiendo energías, así que coman.-

— Gracias doc.- le agradezco.

— Secate ese pelo.- me ordena con un tono autoritario.

— Si, señor!.- hago un saludo militar y el ríe.

— Mañana tenéis reposo, los dos. Lo bueno es que se hacen compañía. Nada de trabajo. Os vengo a ver temprano pasado mañana, para ver si podes volver.-

Destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora