Destino?

19. Cafe

ADIVINEN! Quién está feliz porque durmió todo seguido y sin dolores "interrumpidores" la noche anterior?! SI, YO!

Como saben, después de no haber dormido nada, o sea de haber pasado del miércoles al jueves, rogando porque lleguen las siete de la mañana para poder tomar mis flojos calmantes, soportando el dolor intenso, fui a la guardia médica a las 6 AM. Me dieron gotas para los oídos que tenían más calmante y más antibiótico. Ayer mismo, volví a la clínica y me hice ver con la especialista "otorrinolaringologa" (repítanlo seguido, a que no pueden) quien me reviso, me hizo ver las estrellas abriendo mi oído y dijo, "estás hasta la madre"... bueno, no así, pero me dijo que básicamente lo que estaba usando para curarme, era para bebés en comparación con el problema infeccioso que tenía.

—Inyecciones mi'ja right now!- me dijo. Okey, no así, pero si me dijo que inyecciones y medicamentos mas fuertes.

Después de eso, corrí con mi tío enfermero, me pusieron esa maldita inyección en la cola (la pobre quedó dolida) y ahora, soy una mujer feliz, sin dolor, que está recuperando su audición, porque mi canal auditivo estaba tan cerrado de la inflamación, que ya no escuchaba nada.

Es un dolor tan horribleel del oído, que no se lo deseo ni a este Martín atrevido.

Muchas gracias por sus buenos deseos, ayer muchos de sus comentarios acompañaron en la espera de tres horas por mi consulta, y si bien lloraba del dolor, ustedes hacían que me distraiga.

(Les dejo este capitulon que más de una va a quedar... uff...)

Les quiero mucho mucho...

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Madrid. Octubre 2018.

Juan Pablo Villamil

Lo vi a Martín ponerse en el camino de Ana y hablarle. Ella parece no estar convencida pero accede a lo que sea que le dice Marto y se dirigen al balcón del lugar. Claramente los seguí, si bien Ana sabe cuidarse, no puedo permitir que vuelva a sentirse culpable por defenderse de Vargas.

Ella se sienta al borde, apreciando la vista que se le ofrecía. Su postura es sencilla pero femenina, delicada y sofisticada.

Martín comienza a hablarle y ella prestaba total atención, aunque por momentos le daba pena las cosas que él le decía.

Por suerte su pequeña plática llevó algunas sonrisas y parece que lograron llegar a un acuerdo. Ana se levanta y camina al baño.

La seguí y entrando al corredor de los sanitarios, la alcanzo del brazo y hago que se de vuelta, pero se choca fuerte contra mí, poniendo su mano en mi pecho. Sentí una electricidad chocar en su tacto. Soy un bruto.

Algo aturdida por el movimiento rápido, levanta su mirada y esos hermosos ojos oscuros chocan con los míos. Seguía algo impactada por mi repentina forma y se aleja un poco sin soltar mi agarre.

— Ya se que esta brava conmigo. Sólo quiero saber si se encuentra bien.-

Ella suspira pesadamente y asiente con la cabeza quitando la mirada.

— Martín la trató mal?- me inclino un poco para llegar a su campo visual.

— No.- borde, cortante.

— Se encuentra bien?.- repito mi pregunta.

— Si.- esta vez su tono era más sincero.

— Entonces eso es todo lo que necesito. Discúlpame por entrometerme de esta manera.-

— Esta bien.- wow, dos palabras. Un privilegio.

Ya se, no debería enojarme con ella. No tiene la culpa de que yo sea un idiota.