52. Ven

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Buenos Aires. Septiembre 2019.

Juan Pablo Villamil

Se sonrojó. Yo también pero lo disimulé un poco.

Sentía estas imperiosas ganas de besarla, tenía su piel, su hombro, su cuello a mi disposición.

Pero veo algo que me paraliza.

Rosas.

En su espalda.

Casi exactamente las mismas.

Moría por preguntarle muchas cosas, pero eso... recién recuperaba su confianza, no quería saturarla.

— Bonitas rosas.- disimulado.

— Gracias... una por cada abuela.-

Me pongo pálido y me le quedo viendo. Ella abre un ojo y al ver mi palidez, abre el otro.

— Estás bien?.-

— Si... si.-

Suspira pesadamente.— Descansa un poco, fue un día largo.-

— Estoy bien. Descansa tú.-

— Yo también estoy bien.- nos reímos.

— Entonces?.- le pregunto—qué quiere hacer.-

— Contame vos... es obvio que ya te enteraste de todo lo mío. Qué onda la gira? Bogotá? La familia? Gaby? Cómo está todo?.-

A u c h.

— Qué paso?.- me pregunta al ver mi rostro.

— Tu corazón no es el único que está triste bonita.- mientras me siento de una manera más cómoda sobre la cama.

— Se pelearon?.- tenía una cara triste y empatica.

— Decidimos terminarlo.- suspiro.

— P-Pero... Juan...- como si estuviese desconcertada.

— Si... ya se. Es que no era justo estar así, sabiendo que ya no había amor. Si, la quiero, no me malentiendas, pero como a una amiga. Hemos pasado mucho juntos y eso siempre se quedará en mí, y se lo dije y también se lo agradecí.-

Ella sonríe y hace una mueca de costado.— Y cómo te sentis?.-

— Bien.- asiento.— liberé esa culpa de no corresponderle. Que al final terminó siendo algo que no teníamos.-

— Me alegro que te hayas aclarado.-

— Y tú?.-

— Yo? Qué queres saber? Sobre mis problemas de salud física, mental, social o emocional?.-

— Con el que te sientas más cómoda.-

— Voy a guardar un poco para los demás, por el simple hecho de que quiero que sepan por qué me encontraron así... Es obvio que no estoy haciendo las cosas bien, y... las personas que me quieren o que me rodean, se están cansando de decirme las cosas que debería de hacer para poder estar mejor. Simplemente se rinden.- se encoge de hombros.— creí que Gustavo no sería así porque es médico y todo eso, pero fue el primero en irse.- una lágrima cae por esos ojos castaños oscuro— no importó cuánto le rogué, ni que le dijera lo mucho que lo amaba. Según él, "me amaba demasiado como para verme morir". Y sin embargo, viste lo mismo que yo...- se quita esas lágrimas que se venían empujando entre sí.— por cosas como estas era que prefería enfocarme en mi carrera. Porque no soy una persona que está preparada emocionalmente... si no me amo a mí misma, cómo puedo esperar que me amen?.-

Todo lo que ella decía con dolor, me dolía el triple. Quería abrazarla, quería gritarle, quería decirle lo equivocada que estaba, quería decirle que yo la amo por todo lo que es. Decirle que la amo en todas sus facetas, amo su fragilidad, amo su fortaleza, y la amo a pesar de todo eso que ella dice y hace para perjudicarse. Quiero ayudarla a curarse, quiero permanecer a su lado y ya no es por la simple idea de un sueño. Es porque realmente quiero permanecer a su lado. No quiero que vuelvan a lastimarla, está claro que me alejé de ella porque creí que iba a estar bien con este tipo. Quién en su sano juicio soporta eso?

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