49. Festival

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Buenos Aires. Septiembre 2019.

Juan Pablo Villamil.

Luego de todo aquello con Ana, decidí dejarlo, era lo mejor. Y si bien me preocupaba de sobremanera su salud, sabía que estaba con aquel doctor. Él era el indicado para cuidar de ella en todos los aspectos posibles. Además, ella lo había elegido. Está claro que era el indicado. Incluso me cae mejor que el dichoso Diego.

Nuestra despedida no fue lo que esperaba, aún así, fue mejor que no despedirse.

Me sentía muy triste, al final de todo, no pude hablarle, hacerle saber que todo esto era un maldito mal entendido.

Tuve que resignarme.

Al día siguiente luego de la carcel, partimos a Uruguay para terminar con la gira.

Llegar a Bogotá se sintió extraño. Me animo a decir que todos estábamos con un ánimo extraño. Decidimos que tener tiempo para nosotros era lo mejor y así fue.

Muchas cosas sucedieron en cinco meses.

Por un lado, las cosas con Gaby venían tensas ya incluso desde antes de salir de gira. Ya no éramos lo que fuimos.  Ella también estaba cambiada, no era la mujer amorosa que tenía a mi lado. Ahora parecía alguien vacía, que hacía las cosas por inercia, y eso me dolía, porque ya no tenía ese brillo del que me había enamorado. Ella no me miraba con esos ojos enormes llenos energía que renovaba las mías. Todo era peleas con ella. Y si bien quería arreglar las cosas, me sentía perdido y no encontraba mi puerto.

Hasta que a mediados de Julio...

Tenía mi mochila en sus manos.— Juan...- se sintió dolida, me volteo y no sólo tenía mi mochila, también tenía mi cuaderno. ESE cuaderno.— p-por... por qué me haces esto?.- se notaba cansada.

— Ya, Gaby... es mi cuaderno de canciones, lo sabes bien, voy a todos lados con él. Todo eso quedó atrás.-

Ella asiente con una expresión que defino como sarcasmo frente a mi respuesta. Abre el cuaderno y me muestra lo que encontró dentro.— Entonces... supongo que el hecho de que tengas muchas "updates" de información, sólo es... un hobby del pasado.-

— Gaby...- pero sigue mirando el cuaderno y saca una foto que no creí que haya quedado allí sino dentro del compartimento de atrás. Me equivoqué.

— Entonces por qué tenes una foto de ella?.- con lágrimas en sus ojos.

Era verdad, pero no era cualquier foto. Era una foto que saqué de Instagram, de ella con Gustavo. Ella se veía tan feliz a su lado, que decidí tenerla para recordarme que ella podía y era feliz con aquella persona, quien también quería lo mejor para ella. Era mi forma de darme tranquilidad de que ella estaba bien.

— Esa es una muy bonita foto de ella con su novio de hace meses Gabriela, por qué...-

— Exacto.- me silencio frente a su exigencia.— por qué? Por qué tendrías una foto de ella con otro tipo?! No la ves?! Esta feliz con él...- me dice anteponiendo la foto, ella ya se había dado cuenta hace rato de la verdad, incluso antes del día de hoy, es una mujer muy lista y capaz, pero tan pero tan buena, que se negaba a darme el dolor y el pesar de terminar nuestra relación.

Ella mira hacía arriba y sus lágrimas caen. Luego de un suspiro continúa.— ...a no ser, que seas tan masoquista, y la ames tanto, que te hayas resignado y estés cómodo y tranquilo con el hecho de que ella es feliz con alguien más.- me dice con las palabras entrecortadas.

Mi corazón se detuvo. Al igual que todo mi mundo.

Gabriela fue capaz de poner en palabras lo que yo nunca me animé porque soy el peor de los cobardes.

Destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora