38. Graduada.

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Hoy me toca volver a casa. Se me terminaron las vacaciones. Estoy triste.

Buh...

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Buenos Aires. Marzo 2019.

Anahí Markhez

Tomo aire. Estoy nerviosa.

— Emiliana!.- ahí viene Caro.

Yo corro y la abrazo fuerte.

— Cómo te fue?.- me pregunta ansiosa. Yo sólo le muestro mi libreta y ella me abraza.— Pudiste!-

— Todavía no... me queda una más.- le digo con mis manos inquietas.

Ella las agarra, me estaba por decir algo...

— Oviedo Markhez?-

Ay Jesus de Nazareth!

Una más.- me dice mi hermana y me refriega la espalda dando un empujón hacia el profesor que me llamaba para rendir.

— Emilia... último final? Rendiste otro?.- mira mi libreta...— pero que bien!! De las más pesadas y tiene una nota impecable.-

— Gracias...-

— Bien, empecemos entonces. Tenes tema especial?-

Yo simplemente suspiro. Me acuerdo de las palabras de mamá, de las de Moncho, de las de Juan y las de mi hermana. "Una más".

Si...-

Estos profesores fueron más benevolentes conmigo. Sólo me tuvieron una hora.

Mi cabeza ya dolía de tantos nervios que sentía y de tanto pensar. Tantas notas mentales, tantos datos, no dejaba de hablar y mi segunda botella de agua ya no existía.

— Bien Emilia...- se mira el presidente de mesa con sus compañeros. Ellos le entregan sus planillas y así firma sin más mi libreta. Estira sus dos manos, la izquierda con mi vida universitaria y la derecha vacía esperando poder saludarme.

Agarro su mano con miedo, intrigada y bien nerviosa. Me tiemblan las piernas, nunca fui buena para estas instancias.

— Un deleite escucharte. Esperamos que sigas la licenciatura así te llevamos por nuestros buenos lados.- yo abro mis ojos.

Eso significa que...

Miro mi libreta y los miro con una sonrisa y una enorme lágrima cayendo por mi mejilla.

— Muchas gracias.- digo largando un poco de aire contenido, y saludando a todos.

— Felicitaciones Profesora Markhez.-

Ay que me agarra... me agarra... el bobaso. Agarrenmennn.

— Gracias.- susurro y decido salir antes de que me desmaye.

Lo logré.

Las dos últimas materias.

Terminé.

Salgo como zombi, con los ojos de cristal y mamá se pone mal.

— Ay no hija...- me abraza.— no te preocupes, sólo queda una.-

— No...- le susurro y lloro más. Mi familia, quienes estaban todos, me miran raros.— me recibí.-

— Qué?!.- me gritan, a lo que les respondo con más lágrimas y euforia.

— ME RECIBÍ!!.-

Todo fue un lío. No hubo persona que no se me haya tirado encima, mi hermana, mis compañeros, mis amigos del colegio, unos cuantos del trabajo, el resto de mi familia, unos cuantos profesores que sufrieron conmigo.

Destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora