Destino?

116. Sesenta años.

Buenos Aires. Diciembre 2021.

Anahí Markhez

Celebre.

Mucho.

En la casa de los Crestino, con todo mundo.

Después de volver en mi, las lágrimas salieron.

Me dieron mi teléfono y Juan estaba ahí en pleno ruido, poniéndose el banjo que le regalé.

- Hoy tocas conmigo. No sabes lo orgulloso que estoy de ti, te amo inimaginablemente y te admiro muchísimo más... eres mi doctora favorita.- lloré más porque aparentemente soy una fuente.

- Gracias amor, te amo muchísimo más, sos mi ejemplo a seguir, persistencia, trabajo y amor... mucho amor. Rompela esta noche.-

- Te vere en un mes y medio, pero lo mismo te llamaré mañana.-

Y así fue. Hablamos como dos horas con los chicos y Juan, me contaban cómo me veía defendiendo mi trabajo y demás cosas.

La nueva semana llegó y al entrar a la oficina... me encuentro con una fiesta.

Todos en el piso llevaron cosas de cumpleaños y festejaron la titulatura.

Hice imprimir una parte de los agradecimientos de la tesis donde aparecen nombrados.

Lo enmarqué y Jeremias y Rodrigo pasaron a colgarlo en una de las paredes.

Se emocionaron tanto como yo, no lo esperaron.

Fue una semana emocionante, todo es de color rosa, les juro, ya me da asco mi felicidad.

El acto para entregar los títulos a los estudiantes no es algo del otro mundo.

Aunque hay gente que se vuelve loca.

Ítalo me regaló un vestido blanco con flores largo con espalda descubierta. "Tenía que verme sexy" según él.

Bien.

Nuevamente están los Crestino, mis heladeras y sus heladeras, o sea, una cadena de frío asegurada. También están mis papás y Caro, todos esperando a que me...

— Emilia Anahí Oviedo Markhez, Doctora en Relaciones Internacionales.-

Se escucha cómo mis fans gritan a lo loco en el fondo.

Ay me va a dar algo.

Ah soy yo...

Evito voltear a verlos y me levanto para dirigirme a las escaleras, levantar un poco mi vestido y subir hasta llegar a los directivos, de los cuales, quien me entrega el diploma, es mi director de Tesis.

La vicedirectora cuelga la medalla en mi cuello junto con el medallón de Juan (si, cualquier cosa importante está conmigo), y luego de saludarla, paso a darle la mano a mi director, quien me abraza efusivamente y comparte mi título para la foto.

Ni bien saca la foto el camarógrafo contratado, levanto la mirada hacia mi familia entera y veo el terrible lío que están haciendo.

Y si... no eran sólo ellos...

— ESA DOCTORA ES MI NOVIA!!.-

Juan Pablo Villamil

Corrimos por tratar de llegar a la ceremonia, es más, ya estábamos llegando tarde.

— Dónde estás rolombiano, ya empezó la ceremonia!.-
— Ya, ya! Estamos entrando a la ciudad, había mucho tráfico.-
— Apurate, que van a empezar a entregar los diplomas.-