11. Dignidad

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Ma-ña-na, hay sorpresa!

Así que me esperannnnnn!!
Me siguen comentando tanto en comentarios como en  inbox desde dónde leen... estoy sorprendidisima! Me llenan con sus bellos comentarios.
Hoy se arma...

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Madrid. Octubre 2018.

Anahí Markhez.

Después de que Martín se fue, no me costó mucho dormirme de vuelta.

Lo que no me costó, fue despertarme sintiendo el olor de café a la mañana siguiente.

Al abrir los ojos, inspecciono el lugar. Trato de sentarme en la cama y el dolor punzante del pie me dio un repaso de la noche de ayer, junto con la pequeña resaca.

Me quejo sonoramente por todo y me percato de la presencia de Juan.

Fue exactamente lo que dije hace un rato.-

Me saco el pelo de la cara y pestañeo un par de veces para acomodar mi vista y ver si se me iba el dolor de cabeza, pero no.

Bostezo y paso mi pelo a un hombro como acostumbro.

Hola... cómo estás?-

El me sonríe.— la pregunta es cómo estás tú? los muchachos me contaron que no te la dejé fácil.- se sienta a un lado y mira mi pie.— discúlpame. Soy perjudicial para tu salud.-

Resoplo.— No seas dramático. Sólo sos testarudo.-

Me sonríe. Ese pequeño silencio se interrumpe con el sonido del timbre. Cuando me doy cuenta de que tiene la toalla al hombro, le aclaro.— si hay un sólo baño, voy primero, quiero lavarme la cara y demás.-

De acuerdo. Venga que le ayudo.- el me ayuda a levantarme.- me dejé el móvil, en lo de Isaza, espere que ahora la llevo.-

Se va corriendo pero como soy terca y todo lo puedo, me hago un rodete o algo parecido y voy caminando despacio mientras puteo contra el infeliz de Villamil.

— Juan Pablo, por lo de anoche me duele tod...- salgo al pasillo y veo su espalda inerte, duro como piedra, como si hubiese visto a un fantasma. Piso con el pie que no debía y antes de caer, él me agarra de la cintura y agarro de la pared.— Auch!!.-

Levanto la mirada y veo a una chica, algo bajita, pelo tirando a castaño oscuro, muy muy linda, pero con una cara que me transmite desentendimiento, angustia, rabia, tristeza y decepción.

— G-Gabriela...- la voz de Juan Pablo se ahoga al decir su nombre, sentía su tristeza y melancolía.

Esto no me gusta para nada.

Ya dijimos que tenía novia.

Los demás estaban pasmados, blancos y duros detrás de la pobre chica delante de nosotros.

Juan Pablo, qué carajos es esto?.-

Mier...da.

Juan Pablo Villamil.

Unos minutos antes.

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