Destino?

82. Italo.

Capítulo un tanto diferente, pero me gusta mucho.
Cuéntenme qué les parece esto que están por leer y cono siempre...
Dinámica abierta!.
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Buenos Aires. Abril 2020.

Anahí Markhez

— Tenes gente bastante entusiasta respecto de los regalos...- me dice Ítalo en lo que pelea con los globos que me trajo y con mis regalos de cumpleaños.

— Creo que vos fuiste uno de ellos.- le digo haciendo fuerza, llevando al Oso Juan en mi espalda, cargando el resto de los regalos, en tacos, con falda y tratando de abrir la puerta, era una imagen graciosa de seguro, pero a mi no me causaba tanto.

Al entrar siento un gran alivio... hasta que encuentro una valija y su "mini me". Set de valija y carie on color agua marina, con detalles color suela y mis iniciales en color dorado.

Dejo caer el oso en el sillón y el resto de las cosas al piso y me pongo en cuclillas para ver de cerca. Mis dedos pasan por en frente de las letras doradas. "E.A.O.M".

— Y menos mal que ahí se terminó tu nombre, porque sino, la valija iba a ser más grande.- me dice de atrás.

Me doy vuelta y lo miro buscando explicaciones.

— Ese es mi regalo de cumpleaños, hablé con tu noviombiano para preguntarle qué te podría regalar y me dijo que quizá "unas maletas" o "cosas de viaje", no lo había entendido hasta que hoy vi los pasajes, no puedo creer que me use de esa manera.- tirándose al lado de mi "noviombiano" de peluche.— y vos qué?.- le pelea, está bastante ebrio.

Yo me sonrío.— Gracias Crestino...- me mira mal.

— No me llames por mi apellido, no estamos trabajando ni nada parecido.- poniéndose de pie.— suena horrible además, me recuerda a cuando no te caía bien.-

— Tampoco dije que me caías bien ahora.-

Finge un puñal en el corazón.— Tus palabras me lastiman Emilia.- haciendo que ría.

— No se como llamarte, odio "Ita"...-

— Mis amigos me llaman "Talo".-

Muerdo mis labios para no reír.— Esta bien, suena más amigable.- me acerco a él y lo abrazo.— Gracias por mi regalo y por este día, estoy segura que tuviste que ver con todo esto.-

El me corresponde el abrazo y besa mi coronilla.— Cualquier cosa por vos letrada creída.- me suelta.— Bueno, me voy...-

— Momento!- se detiene.— Tenes a tus heladeras?.-

— Mi seguridad?.- niega con la cabeza.— No.-

— Entonces ni loca te dejo ir en ese estado manejando, el cuarto de visitas está listo para recibirte, y tengo cepillos de dientes descartables.-

Levanta una ceja.— Descartables?.-

— Después de tener a gente como la banda, una se acostumbra a estar preparada, sabías que los venden al por mayor?.-

Él se sonríe y niega con la cabeza.— No me vas a dejar ir entonces?.-

— No.- cruzada de brazos.

— Está bien...- volviendo a abrazarme.

— Apestas a alcohol, ni que hubiese tanto en la fiesta.-