87. Vacaciones.

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Buenas y santas!
Me olvidé de comentarles que voy a empezar a publicar día por medio, porque estoy trabajando y también trabajo para dejarles una linda y suculenta maratón.
Así que nada... eso... disfruten y comenten qué les va pareciendo y qué expectativas tienen.

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Buenos Aires. Junio 2020.

Anahí Markhez.

El despertador suena y como siempre, Juan Pablo se queja.

— Ani... apaga esa cosa, bonita.-

El cuello y la espalda me dolía.

Trato de estirarme pero no puedo llegar a mi despertador.

— Ani...- como nene berrinchudo.

— Si me soltas, te doy el gusto.- le respondo algo divertida.

Siento su risa y afloja su agarre para que yo apague ese invento horrible y torturador.

Pretender levantarme fue un error.

Que rolo inútil.

En cuanto deje la cama, me quedé peleando tratando de liberar mi pie atrapado, saltando sobre el otro, él estiró su mano alcanzando la mía, haciendo que me asuste, pierda el equilibrio y caiga al piso.

— Lo siento, lo siento!!.- grita por lo bajo.— amor, lo siento.-

Se asoma una cabeza despeinada por el borde de la cama.

— No pasa nada... mi pie... la sábana.- mi pie estaba enredado con la sábana y por eso me había dado el porrazo de la mañana.

Dejo de pelear con mi enemiga y me doy por vencida apoyando mi cabeza contra el piso.

— Linda forma de empezar la mañana.- haciendo sonar mi cuello del dolor que tenía por haber dormido como sardina.

Siento la risa de Juan quien inmediatamente se arrastra cual serpiente por la cama y baja de esa manera hasta quedar encima mío en el piso, trayendo consigo el acolchado para taparnos.

— Nononono... me tengo que levantar.- pretendiendo cumplir mis propios deseos pero no parece ser posible el día de hoy.

— Nunca te quedas un ratito más conmigo.- girándonos dejándome a mi sobre su pecho tapando mis piernas descubiertas.

— Será porque tengo que trabajar?.-

— Oí a Karen decir que hoy no tienes mucho.-

— Aún así, me tengo que quedar en la empresa por si se aparece algún problema.-

— Y qué harás hasta entonces...-

— Escribir mi tesis.- le digo orgullosa de mi poder de control, el cual me llevó mucho tiempo desarrollarlo.

Su cara estaba triste.

— Juan.- se esconde en mi cuello.— Juan.-

— No... es que... ya no me quiero alejar de ti Ani, esto es tedioso y molesto, es...-

— Es tu trabajo y vos sabes todo lo que "esto" implica.- suspiro. — Hagamos una cosa... vamos a desayunar. Solo vos y yo. Si despierto a Isa, estoy segura que me arranca las pestañas. Además, nunca hicimos algo así. Siempre estamos en la empresa, o acá, o con esos tres...-

— Y qué con tu Tesis?.- me mira apenado.

—  Ya tengo mis ideas anotadas. Pero si me llaman del trabajo te voy a tener que llevar conmigo, y tengo que pasar por el hotel de la familia de Ítalo.-

Destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora