Juan Pablo Villamil
Limpie mi cara.
Volví a su lado y tomé su mano para besarla sentidamente.
— Te amo, y siempre será así Ana, no importa qué, bonita.- ella asintió, no hacía más. La entiendo.
El doctor se apareció con nuestra hija en brazos y mis ojos se llenaron de agua otra vez.
Ana la recibió con total voluntad, casi que con desesperación diría.
Corrimos la manta y la miramos.
Era hermosa.
— Mi chiquita.- dice Anahí con la voz ronca, partiendo mi corazón aún más todavía.— te amo mucho hija... disculpame por no haber podido cuidarte amor...-sorba su nariz.— pero estoy segura que vas a ser el ángel más lindo... vas a ser mí ángel y me vas a cuidar... te amo mucho mucho mucho...- dejando besos en su cabeza.
Por primera vez Ana me mira a los ojos y me entrega a la niña.
La recibo con miedo. Es tan frágil, no quería hacerle más de lo que sufrió.
Mi niña hermosa... pálida. Durmiendo tranquila, con algo que diría un ceño fruncido, toda una Markhez.
— Que suerte que saliste bonita como tu madre, preciosa. Eres mi princesa, tenlo por seguro.- beso su delicada frente con el dolor que apuñalaba mi pecho.— te amo Narita... eres mi niña... te amaré siempre.- poniendo mis labios en ella.— siempre, siempre, siempre nena mía...-
Pasados los diez minutos, la enfermera volvió y al verla, Ana asiente y luego de dejar un beso en su frente por parte de ambos, se la llevan.
Ana toma mi mano y veo que quiere romper en llanto. Por mi parte limpio mis lágrimas y beso su coronilla.
Hasta que un ruido paraliza mi corazón, eriza mi piel y me deja completamente congelado.
Anahí aprieta su agarre, como si se hubiese asustado.
Era un llanto.
De bebé.
Nuestra bebé.
La enfermera se detiene y la mira.
Se da vuelta y vemos que está atónita.
Nos la quiere entregar pero ninguno la acepta.
— NO! NO! CON EL DOCTOR!.- le gritamos al mismo tiempo y la pobre sale corriendo con el doctor.
— Juan...- la miro mientras el llanto se hacía presente.
Y es entonces...
Es cuando despierto.
— NO!.- Me incorporo sobre la cama, todo sudado y agitado.
Me costó identificar el lugar.
Todo está oscuro.
Es de noche.
Es nuestra casa.
Nuestro dormitorio.
Hay un llanto incesante.
— Juan.- esa es la voz de Ana, bien dormida.— la despertaste otra vez.- con su cara en la almohada.
Y ahí es cuando miro al costado.
Hay una cuna de bebé.
Me levanto y voy hacia ella.
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Destino?
FanfictionJuan Pablo tuvo un sueño. Pero no fue cualquier sueño. Fue uno que le transmitió una cantidad ínfima de sensaciones y sentimientos que lo descompaginaron. Luego de despertar y ver que nada de eso fue real, va a tener que lidiar con la realidad y co...