Bogotá. Junio 2021.
Anahí Markhez.
Sonreí.
— Instalaciones contra incendios... no es muy complejo a decir verdad.- ella asiente.
— Y hace mucho que está ahí? Digo, que dirige la compañía?.-
— Mmmno. Comencé a trabajar a los diecinueve años como una de las secretarias y después me pasé a finanzas, pero eso era horrible, por lo que me fui a recursos humanos y estuve un tiempo subiendo posiciones. Después de eso me capacité y comencé a dar charlas de prevención y después de tanto acompañar a papá, terminó por enseñarme todo. Diría que hace unos tres años que asumí el cargo.- tomando mi café entre manos. Adoro el café que hace Juan, más cuando le agrega cosas. Este tenía leche y caramelo.
— Entonces trabajó y estudió.- asentí con la cabeza.
— Me fue fácil porque si quería faltaba para repasar, pero trataba de no hacerlo, sólo me apegué al reglamento... le gustaría tomar algo, Encarnación?
Negó. — prefiero luego del fisioterapeuta.- asentí y ella se me queda viendo.— cuánto le falta para terminar su trabajo?-
— Empecé con la conclusión antes de venir a Bogotá, pero honestamente se me secó el cerebro y es algo frustrante... su hijo me hizo acordar de algunos videos que puedo usar como material y bueno... en eso andaba. Sólo es cuestión de terminar en unas cuantas hojas y después de revisarlo yo, Simón, Juan y mi director, lo presento para que lo evalúen.- miro mi teléfono.— es hora de sus gotas...-
Me levanté y vertí el medicamento en un poco de agua y le entregué el vaso a la mujer que asiente en forma de agradecimiento.
— No sabía que mi niño...-
Me sonrío.— Es un excelente compañero...- poniendo la mirada más tonta que me pudo haber salido... hasta que me doy cuenta.— perdón.-
Timbre... gracias a Dios.
El fisioterapeuta entró.
Javier.
Si... un tipo en sus treinta y pocos, no voy a negar que bastante "buenmozo" y tampoco voy a negar que da sonrisas coquetas.
A Encarna le encanta su fisioterapeuta.
— Emi... cómo estás?- me pregunta mientras deja su bolso.
— Bien.- una palabra y una sonrisa amable, pero no mucho.
La Jefa Oviedo Markhez está presente.
No quiero malos entendidos, hace un par de días noté que Juan estaba celoso, pero no dijo nada porque confía en mí. Eso no quita el hecho de que voy a dejar que el tipo se ande pasando la raya.
— Me alegro...Dejé algo en el auto... lo voy a buscar.-
Al irse veo que Encarnación se toca las mejillas y yo sonrío.
— Es un lindo muchacho.- dice y yo asiento.
— Lamentablemente lo sabe.- levanta una ceja.— y usa sus sonrisitas, que quizá para levantar ánimos esté bien, pero ...- muevo mis ideas y dejo pasar todo.— no importa.-
Javier vuelve y yo vuelvo a mi trabajo y a mi café que ya quedaba muy poco.
Dios. Ese rolombiano sabe hacer café.
Una mueca orgasmica se hace presente en mi cara y dejo mi taza vacía en la mesita de luz a mi lado, para seguir con mis cosas.
Después de un tiempo, Javier pide mi ayuda para sostener una de las piernas de Encarna.
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Destino?
FanfictionJuan Pablo tuvo un sueño. Pero no fue cualquier sueño. Fue uno que le transmitió una cantidad ínfima de sensaciones y sentimientos que lo descompaginaron. Luego de despertar y ver que nada de eso fue real, va a tener que lidiar con la realidad y co...