95. Conmigo. 1/2

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Segundo día!!

Doble capítulo el día de hoy... espero les haya gustado lo de ayer.
Disculpen en serio... me llegaron sus mensajes y además de vergüenza, me llena que tengan esa especie de impaciencia, realmente nunca me creí del tipo que escribe y tenga una especie de impacto en alguien... ya se, los fics siempre pegan, pero aún así...

Todavía queda un poco de esta historia, y les comento, que la próxima historia sigue siendo secuela de "Casualidad", pero ya no va a ser tan fic, es algo nuevo con lo que voy a probar mis habilidades de escritora.

Les iré contando conforme nos acerquemos al final.

Los amo.

H


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Bogotá. Diciembre 2020.

Anahí Markhez.

Tenemos cosquillas en el cuello.

Mhmm...

Y en otro lado...

Mhmm...

Despertate Emiliana.

A duras penas abro mis ojos y si, sentía cosquillas por la respiración de Juan.

Dormía sobre mi costado izquierdo y él me abraza bien pegado a todo mi ser.

Somos su osito de dormir.

No tengo nada en contra de eso.

El tema aquí, es que si tenía una sensación cálida.

Me dormí desnuda en sepa Dios qué momento, junto con este señor en la misma situación. Ahora, resulta que su brazo me rodea, pero no sólo eso...

Hasta en dormido es selectivo.

Su mano alcanzaba mi pecho izquierdo.

No es que lo agarraba, simplemente su mano esta posada sobre el pobre y desnudo pecho.

Su pulgar pasaba por arriba de la punta, cerca de trabarse allí y el resto de la mano se posaba sobre la parte de abajo del pecho.

Me giré un poco hacia él haciendo que su mano de deslice sobre mí, haciendo que me de cosquillas.

No hay caso. Es un toca tetas. Que niño pervertido.

No pensábamos lo mismo anoche.

Anoche... no tengo comentarios sobre anoche, queremos hacer de nuevo lo de anoche.

Amen.

Recordar lo de anoche, sacó una sonrisa en mí e inconscientemente empecé a dejar caricias en ese brazo toca pechos.

Con mis ojos cerrados, sentía los vellos de su piel abrirse al paso delicado de mis dedos. Todo esto hasta que siento un apriete en dicho pecho.

Me río y lo miro, pero se hacía el dormido mientras seguía masajeando en su agarre.

Beso su mentón y se despierta para mirarme a los ojos.

Me quería besar en los labios pero corro mi cara.

— Nono... me apesta el hocico...-

Una risa ronca sale él y besa mi mejilla y luego mi cuello.

— Me voy a lavar los dientes.- me giro entre las sábanas, pero ajusta su abrazo.

— Tú no dejaras esta cama ni de broma.- me dice en secreto y comienza a besar mi espalda.

— Te prometo que voy a volver... pero necesito refrescarme un poco.-

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