Marzo 14 | Alexandra

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𝑳𝒖𝒏𝒆𝒔 

El muchacho presiona suavemente su mano, ella sonríe ante el gesto. Caminan a paso lento disfrutando de la cálida brisa de la tarde, sin pisar las líneas de la acera, algo que tenían en común antes de ser novios.

– ¿Ya te he dicho que te ves preciosa hoy? –le pregunta sonriendo ampliamente.

–De hecho es la tercera vez que lo repites –responde Alexandra sonrojándose casi al instante.

–Es que en verdad lo estás –susurra y la detiene, se acomoda para estar en frente de ella y le planta un beso en los labios.

A la castaña sus besos siempre le han parecido lo mejor del mundo, aunque nunca ha probado de otros labios.

– Gracias –murmura la castaña recuperando el aliento.

–Venga, vamos a comer algo.

Entran en un lugar con un ambiente casero, eso es lo que le va perfectamente a ella, y él lo sabe muy bien. Le contenta que Ernesto lo recuerde.

Tal como se lo prometió ese día, le está compensando por todo el tiempo que pasó lejos. Eso hace que destierre de su mente los pensamientos del viernes por la noche.

– ¿Todo bien en la escuela? –le vuelve a preguntar su novio cuando se sientan.

–Ya sabes que odio los lunes –contesta Alexandra dejando la mochila colgada en el respaldo de la silla.

–Los amarás cuando curses tu último año –dice divertido guiñando.

–No hablemos de lo mismo, por favor.

–Debemos hablarlo Alex. Faltan muchos meses aún, pero bien sabes que cuando acabe la secundaria saldré del pueblo.

–Ya, lo tengo presente.

–No lo digo porque quiero que te sientas triste. Te lo digo porque sé que tienes tus dudas.

–Ya Ernesto –niega con la cabeza.

–Está bien, no hablemos hoy. Pero lo tendremos que hacer algún día.

–Lo sé –reconoce y baja la mirada evitando la de los ojos oscuros que la escudriñan intensamente.

–Elige lo que quieras –pide el muchacho, toma su mano y la obliga a mirarle–. Oye, te ves mejor cuando sonríes.

Ante esas palabras, intenta sonreír, pero parece más una mueca forzada que deja triste al castaño frente a ella.

<<Línea de división>>

Va caminando mirando sus zapatillas negras, pateando pequeñas piedras que encuentra a su paso.

–Quería proponerte algo –le dice Ernesto rompiendo el silencio–. Sé que falta mucho aún, pero ya que no fuiste mi pareja para el baile de bienvenida, ¿lo serías para la graduación?

A Alexandra se le iluminan los ojos, si bien es cierto el saber que ese baile sería el último de su novio en la secundaria le pone triste, siempre se ha imaginado a ambos juntos cuando ese día llegara.

–Claro que sí –se apresura a decir.

–Prometo que será la mejor noche de todas –suelta abrazándola por la cintura.

–Ya lo creo –corresponde el gesto besando su mejilla–. Oye, nunca me dijiste por qué no podíamos ir al baile del viernes –comenta de repente la castaña.

–Yo... pues... –balbucea el muchacho y suelta el agarre algo nervioso.

– ¿Tú qué? –inquiere intrigada.

–No te lo había contado porque no encontré la oportunidad para hacerlo. Pero... volví a ver a mi padre. Nos llevó a cenar, a Harry y a mí.

–Debiste habérmelo contado. ¿Cómo te sentiste?

–Extraño, pero Harry se puso muy feliz al verlo. No podía sentirme mal si él lo disfrutaba.

–Eso es muy maduro de tu parte. ¿Lo sabe tu madre?

–No, y no vayas a comentar nada respecto a esto cuando estemos con ella. ¿De acuerdo?

Se detiene frente a su casa y no le salen las palabras de la boca al ver al pelinegro sentado en el porche junto a una chica, una chica diferente.

– ¿Alex?

–Sí, no diré nada –responde rápidamente sin quitar la mirada de los adolescentes que se encuentran, al parecer muy cómodos afuera de su casa.

–Tengo que irme, te llamaré después.

–Está bien –ve al castaño acercase a ella, y gira la cara dejando el beso que iba a sus labios, se pose en su mejilla, apenada voltea verle y susurra un simple: "adiós".

Avanza con la mirada pegada al suelo y la expresión neutra, al levantar la vista choca con los ojos verdes antes de cruzar el umbral de la puerta y entrar en casa con la emoción que Ernesto le había hecho sentir, desvanecida sin motivo aparente. 

Todo por AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora