𝑳𝒖𝒏𝒆𝒔 21 𝒎𝒂𝒓𝒛𝒐
Sentado en su escritorio observa el diario en sus manos, sin percatarse el enojo desmesurado que empieza a sentir va arrugando el papel entre sus dedos.
Debe pensar en algo pronto, si alguien se entera que cometió el grandísimo error que lee en letras grandes y rojas sobre el papel periódico no se lo van a perdonar y lo va a pagar muy caro.
¿Cómo es que ha pasado un mes sin saber esto? ¿Cómo es que viajó a 230km lejos de ese inmundo lugar para que el error viviente le persiga?
Completamente rojo de la rabia tira la taza con café caliente al suelo, salpicándole algunas gotas en los pies descalzos, lo que le hace rabiar aún más.
– ¡Carajo! –exclama en voz alta haciendo eco en la habitación vacía.
Sale del pequeño estudio que tiene en la casa alquilada hace casi un mes y va a la habitación para meter algo de ropa en la mochila. Coge el móvil y marca el número, temblando del coraje y los nervios que aparecen ante la responsabilidad que se le viene encima presionando sus hombros.
– ¿Hola? ¿Rafael? –habla cuando escucha una respiración pesada a través de la línea.
– ¿Qué pasa? –pregunta el hombre arrastrando las palabras.
–Necesito que me consigas un boleto, debo regresar al pueblo –pide atropelladamente mientras se quita el pijama para reemplazarla por ropa para salir de casa.
–Espera un momento, ¿dijiste al pueblo?
–Sí, debo volver cuanto antes.
– ¿Estás loco? No puedes volver, ninguno de nosotros puede. ¿Acaso ya olvidaste lo que hicimos?
–Por eso debo regresar precisamente.
–No te entiendo...
– ¡¿No has visto los diarios idiota?! El más joven sigue vivo.
– ¡Maldita sea! Regresaremos contigo.
–Solo los hijos, no hay que llamar la atención.
–Ahora mismo conseguiré los boletos.
Corta la llamada y se coloca los zapatos caterpillar, cierra la mochila y se pone la chaqueta negra que dejó sin empacar. Sale de la casa ignorando a la casera que le espera afuera reclamando por la renta, para dirigirse a casa de Rafael.
–Esta vez no cometeré errores. Yo mismo te mataré Noriega.
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Todo por Alex
Novela JuvenilAlex Noriega lleva una vida normal, como la de cualquier adolescente, le va muy bien. Pero todo cambia repentinamente al sufrir la tragedia más grande de todas. Tras perder a sus padres en extrañas circunstancias, su vida no vuelve a ser la misma...
