Marzo 11 | Alex

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𝑽𝒊𝒆𝒓𝒏𝒆𝒔

– ¿También tienes un baile hoy, verdad? –le pregunta Mara.

Tarda unos segundos en responder, al recordar a las chicas que le pidieron ir al baile de bienvenida. Está claro que no aceptó ninguna propuesta, pues sabe muy bien porqué ha despertado interés en el sexo opuesto.

–Sí.

–Qué mala suerte, quería pedirte que fueras mi acompañante –menciona en tono divertido.

– ¿Qué? No, yo no bailo –admite recordando haberle dicho lo mismo a Jessica.

–Lo sé, por ese pequeño detalle –señala sus muletas. Él asiente y ve salir a la castaña de la cocina.

–No es el único motivo. Yo en verdad no bailo.

–Bonita forma de rechazarme sin lastimarme –suelta Mara y le dedica una sonrisa que él corresponde–. Ten un buen día, Alex.

–Gracias –dice para sacar su móvil y verificar la hora.

Se queda solo en la cocina mientras bebe su jugo, hasta que escucha los firmes pasos de Felipe entrando en esta.

–Buenos días, Alex –saluda quedando frente a él.

–Buenos días.

– ¿Listo para irnos? –pregunta el hombre bebiendo de un sorbo el café que acaba de servirse.

El pelinegro suspira pesadamente para después asentir. Deja el vaso en el fregadero y seca sus manos.

Camina hasta la habitación de invitados, se contempla unos segundos frente al espejo. Ya casi no hay rastro de aquellas bolsas oscuras bajo sus ojos. Debe admitir que ha dormido mejor a pesar de recordar las palabras de María cada vez que se lleva una pastilla a la boca.

Sacude la cabeza repetidas veces para dejar de pensar en eso. Toma el perfume que ya se va agotando y se lo rocía.

Antes de salir de la habitación le envía un mensaje a Matheo:

"¿Me pasas los apuntes mañana? Cuando regrese te contaré cómo me fue."

–Pues vamos –la voz de Felipe le sorprende al llegar al recibidor.

El hospital del pueblo queda a tan solo veinte minutos de la casa donde vive. Cuando el coche patrulla se estaciona frente a este, el hombre a su lado se baja rápidamente para ayudarle con las muletas. 

La consulta transcurre sin mayores incovenientes e indicaciones por parte del hombre de bata blanca. Alex aprovecha a preguntar y resolver sus dudas.

–Nos veremos en dos semanas –dice el doctor levantándose para estrechar su mano y después la de Felipe.

–Hasta entonces –se despide para salir del consultorio seguido por el policía.

Caminan hasta llegar al parqueo donde recuerda al periodista ofuscarlo con preguntas malsonantes e hirientes hace ya dos semanas.

Al estar dentro del coche nuevamente siente que es momento de hablar de aquello que le ha tenido preocupado y distraído los últimos días.

– ¿Puedo preguntarle algo? –decide hablar rompiendo el silencio que, debe admitir, ya no le resulta incómodo.

–Lo que quieras –contesta Felipe deteniéndose por el semáforo.

– ¿Qué pasará con mi casa?

– ¿Tu casa? No entiendo...

–Mis padres la pusieron en venta, pensaban encontrar un comprador antes de mudarnos –le interrumpe.

– ¿Iban a mudarse? –pregunta el hombre abriendo los ojos por la sorpresa.

–Pensé que lo sabía, me dijo que era amigo de papá.

–Lo era, pero nunca me comentó algo acerca de salir del pueblo.

–No quiero que sea vendida –sentencia el pelinegro–. He vivido ahí por casi seis años, es lo único que me queda de mis padres.

–Lo entiendo. No te preocupes más por eso. Yo me encargaré.

–Gracias Felipe –suelta con confianza.

–A ti, por no dar problemas –bromea el hombre haciéndole reír.

Sin darse cuenta ya están fuera de la gran casa de Los García. Se quita el cinturón de seguridad y se dispone a bajar del auto.

–Yo debo regresar al trabajo y supongo que tú, necesitas tiempo para arreglarte para esta noche –dice Felipe introduciendo las llaves en la cerradura.

–No, no iré.

–Si te soy sincero, tampoco quiero que mis chicas vayan.

Entonces el muchacho recuerda de pronto la conversación que escuchó sin querer por la mañana, entre Alexandra y su hermana.

Entra en casa cayendo en cuenta que sus amigos se divertirán y también que mientras él se quede ahí durante la noche, la chica mayor de casa asistirá al baile de su escuela acompañada de su novio. 

Todo por AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora