Todo por Alex

Marzo 11 | Alexandra

𝑽𝒊𝒆𝒓𝒏𝒆𝒔

–Debo admitir que no tengo muchas ganas de ir –murmura revolviendo el cereal en leche.

– ¿Qué? Es el último año de Ernesto y claro está, su último baile –replica Mara bebiendo jugo.

Al alzar la mirada ve a Alex cruzar la cocina y dirigirse al refrigerador. Lo abre y saca un frasco grande de jugo de mango.

–Tienes razón.

–Claro que sí. Y cuando salgamos de clases iremos a por el vestido que usarás esta noche –concluye su hermana dejando el vaso en el fregadero.

El pelinegro gira para ver en dirección a ella, y se mantienen la mirada por unos segundos hasta que la castaña decide levantarse a lavar el cuenco.

–Hola Alex –escucha decir a su hermana mientras sigue de espaldas hacia ellos.

–Hola –responde el muchacho.

– ¿También tienes un baile hoy, verdad? –pregunta Mara.

La castaña deja todo en el fregadero y se gira apoyando las manos en este. Mira sus zapatillas ignorando la conversación entre su hermana y Alex.

–Sí –reconoce la voz del muchacho.

–Qué mala suerte, quería pedirte que fueras mi acompañante –suelta en tono divertido la de cabello oscuro.

– ¿Qué? No, yo no bailo –responde Alex sonriendo sin mostrar los dientes.

Alexandra no puede evitar mirar su sonrisa, aunque no es la primera vez que le ve sonreír, le sigue provocando un extraño cosquilleo en el estómago.

–Lo sé, por ese pequeño detalle –comenta Mara señalando sus muletas.

La joven sale de la cocina notando lo tarde que es. Sube a su habitación, entra rápidamente en el cuarto de baño y se cepilla los dientes. Al salir toma sus cosas del escritorio y baja las escaleras.

– ¡Mara, te apuras o no llegamos! –exclama desde el recibidor.

Salen juntas y su madre ya está dentro del automóvil esperándolas pacientemente.

–Lo siento mamá –se disculpa sabiendo que van retrasadas.

<<Línea de división>>

Casi corriendo se dirige hacia su primera clase que por suerte solo está en el primer piso. Entra al ver que el maestro aún no ha llegado.

Se posiciona en un asiento cualquiera, ni muy adelante, ni muy atrás.

Saca el Smartphone del bolsillo del saco y casualmente este empieza a vibrar en sus manos. Ernesto es quien llama.

–Alex –dice cuando la castaña toma la llamada.

– ¿Pasa algo?

–Sí... oye, sé que te prometí que iríamos al baile, pero surgió algo y ya no podré ir.

–Es tu último baile...

–Y quería ir contigo, pero creo que no se va a poder.

–Bueno.

–Te lo compensaré, lo prometo.

Corta la llamada sin responder al ver entrar al maestro.

Ciertamente no tenía ganas de asistir. Pero lo hubiera hecho por Ernesto. Y saber que su novio no tendrá su último baile le deja mirando el pizarrón con ojos tristes.

A las dos horas la clase culmina. Con desgano Alexandra sale del aula. Al pasar por los pasillos de la secundaria del San Gabriel solo se respira ambiente festivo por el Baile de Bienvenida 2016.

Anda sola hasta llegar al aula donde sabe que Mara termina su última clase del día. Pues hoy tenían el beneficio de salir temprano.

Esperada apoyada contra la pared hasta que ve la oscura y larga melena de su hermana.

–No vendré al baile –dice al acercarse hasta ella.

–Ya hablamos de eso Alex.

–Ernesto me canceló –confiesa sintiendo vergüenza.

– ¿Qué? –cuestiona Mara abriendo los ojos.

–Venga, vamos por tu vestido –indica y sigue caminando sin notar que su hermana se ha quedado unos metros atrás.

–Hey, ¿estás bien? –pregunta esta al alcanzarla.

–Claro, tendré la casa solo para mí esta noche.

–Creo que no.

– ¿Nuestros padres cancelaron también? –pregunta refiriéndose a la cena que planearon para hoy sus papás.

–No. Alex tampoco irá al baile.

Ahora es ella quién se atrasa cuando para en seco al escuchar las palabras de su hermana.