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Esta parecería la típica historia de un amor floreciente y cliché de protagonistas, con príncipes súper prevenidos, villanos que son atrapados por medio de un estratégico y totalmente funcional plan, castillos majestuosos sin más que maravillas, ambiciones que separan a los personajes y los hacen odiarse y mucho drama que te hace preguntarte '¿qué onda?', ¿cierto?
...
Pues no es así.
Esta es la historia de dos jóvenes que ni en un millón de años se hubieran imaginado que terminarían casados, enamorados y con el título de príncipes de Inglaterra.
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Tres años habían pasado desde su coronación como príncipes.
Después de su regreso a Corea las cosas parecían más tranquilas, Minhyun y Ren estaban llevando un buen matrimonio y todos sus amigos podían notarlo, principalmente porque siempre que estaban juntos no paraban de dirigirse miradas con ese amor que tenían y de vez en vez se robaban un beso, independientemente del lugar donde estuvieran.
El mayor había estado trabajando muy duro y ganando mucha más fama, además de casi haber vuelto de un viaje de tres días por participar en un programa; Ren, por su parte, había comenzado sus estudios universitarios, un poco atareado porque no quería dejar su trabajo en la empresa, también había aprendido a cocinar con su madre, su suegra, sus hermanas y Kaeun; por lo que también se encargaba en ocasiones de la comida, cuando su marido no podía o simplemente cocinaban juntos, además ambos debían atender sus responsabilidades como príncipes y también con sus familias y las empresas de cada una, pues tanto los señores Choi como los señores Hwang creían que era bueno que ambos comenzaran a adentrarse más en el negocio familiar, pero eso no les causaba problemas, porque se tenían uno al otro, se apoyaban y ayudaban, había veces en que sólo se veían en la mañana y al atardecer cuando volvían a casa. Cuando Minhyun tenía que quedarse, por cualquier razón, a trabajar hasta tarde era Ren quien iba a buscarlo llevándole un vaso de café recién preparado, un suéter y algo de comida, se quedaba con él y con una sonrisa o un puchero lograba que Sang Hun accediera a liberar un par de horas que usualmente se les iban en darse mucho amor metidos en el auto de Minhyun.
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¿Qué más podrían pedir? Tenían todo lo que más querían: amor, un hogar estable, un trabajo que ambos disfrutaban, buenos amigos y una buena relación familiar.
Les traigo esta vez la segunda temporada de "El anillo de mi dedo anular" la cual se titula "Hasta que la muerte nos separe." En esta nueva travesía nuestros jóvenes príncipes vivirán nuevas experiencias, alegrías, tristezas, formarán nuevos recuerdos buenos y malos, habrá muchas sorpresas y también mucha acción y drama. Así que espero que decidan quedarse aquí y volver a acompañar a nuestros chicos en esta nueva aventura de romance y drama... y mucho más.
Me alegra mucho estar de vu...
- ¡Ya vas a terminar?
- Uy... perdón...
Ah, no es cierto; ya saben que me encanta bromear con ustedes, así que...
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Síganme los buenos.
Ya saben que pueden dejar sus dudas, comentarios, observaciones, traumas y sugerencias en la caja de comentarios. A mí me encanta leerlos y me ayuda a saber si les está gustando o si algo no quedó muy claro.
