El reloj marcaba exactamente mediodía cuando los esposos se acercaron a uno de los autos en el estacionamiento de la unidad. El cielo estaba despejado en ese momento mostrando su inigualable color azul.
— Ahh, se siente tanta tranquilidad. —Dijo el mayor cerrando sus ojos al sentir la suave brisa que estaba soplando. — Anda, sube y vámonos ya.
— Sí. ¿No olvidamos nada?
— No, tenemos la sombrilla, la comida, nuestros trajes de baño... los bloqueadores... —Hizo un recuento mental apoyándose con sus dedos. - No, ya no olvidamos nada.
— Bien. —Aplaudió con alegría, cerró la cajuela y caminó hasta la puerta del asiento a un lado de su marido. Subió, se puso el cinturón y miró al mayor. — Vamos. —Exclamó con emoción. Minhyun lo miró sonriendo enternecido.
— Te ves tan adorable cuando te emocionas así. —Dijo volviendo la mirada al frente, encendió el auto y comenzó a conducir.
Cerca de 40 minutos más tarde, el aston martin vanquish S de color blanco cruzó la carretera con rumbo a la playa Eurwangni. Ren alzó sus manos al cielo y cerró sus ojos detrás de los lentes oscuros que llevaba.
— ¡Wooh! —Gritó con emoción mientras el viento despeinaba su cabello. Su marido simplemente le dio un vistazo y sonrió volviendo su atención al frente. — El clima es perfecto, será un maravilloso día, ¿no te parece? —Volvió a acomodarse en su asiento y tomó el vaso de té helado que llevaba a su lado y una bolsa de frituras que habían comprado en el camino.
— Pasaremos todo el día juntos, claro que será maravilloso. —Respondió el mayor. Ren sonrió ruborizándose un poco; cosa que hasta la fecha sólo conseguía hacer su marido; abrió la bolsa de frituras y acercó una a la boca del moreno quien la recibió con gusto.
Su camino fue de lo más agradable, el leve calor que brindaba el sol a punto de recibir al otoño era perfecto para acompañar el viento que soplaba mientras el auto recorría los últimos tramos del camino hasta encontrar un lugar para estacionarse. Minhyun colocó el techo y anunció con alegría:
— Ya llegamos. —En cuanto apagó el motor. Ambos abrieron las puertas y bajaron del vehículo. Ren tomó un profundo respiro inhalando el aroma salado que emanaba del mar.
— ¿Emocionado?— Mucho. —Abrieron la cajuela y sacaron sus cosas. Su marido le tomó la mano y lo guió a caminar adentrándose poco a poco entre la gente. Se dirigieron primero a unos vestidos donde se pusieron sus trajes de baño y después recorrieron la playa en busca de un lugar donde pudieran poner su pequeño picnic.
Después de encontrar un lugar que les pareció excelente acomodaron su sombrilla, el mantel y la canasta. Se sentaron y sacaron la comida.
— ¿Sabes? Me gusta mucho cuando salimos a pasear así. —Dijo el menor con una notoria sonrisa en sus labios.
— ¿De verdad?
Que coincidencia, a mí también. —Respondió devolviéndole la sonrisa. Se sentaron lado a lado y comenzaron a comer mirándose con ternura y llevando la comida hasta la boca del otro en más de una ocasión. Habían optado por llevar fruta, ya que había bastante restaurantes de donde escoger y en cuanto quedaron satisfechos fue Ren el primero en ponerse de pie y comenzar a correr hacia el agua.
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Cien millones de razones para amarte
Romance¡Atención! Si estás leyendo esta historia en cualquier otra plataforma que no sea Wattpad, probablemente corras riesgo de sufrir un ataque virtual (Malware / Virus). Si quieres leer esta historia te recomiendo hacerlo en el sitio donde está publicad...