El tiempo de tolerancia se había cumplido. Ese mismo día, a las doce, Haesoo y So se dirigirían al Stuart hotel, pero con un as bajo la manga.
Los dos días pasados, tras el pronto, pero discreto, regreso de los reyes en compañía de los empresarios, se habían reunido con los líderes del cuerpo policíaco de Liverpool, Londres y los comandantes de la guardia real. Habían organizado todos los detalles que tenían al respecto, y estaban seguros de poder hacer algo. O eso creían.
| — Su respiración está muy acelerada.
— Está sudando mucho.
— Ponle otro sedante.
— No podemos seguir teniéndola aquí así. Les dije que esperaran.
— Pero tú no eres el líder, niño. —Discutían cinco hombres en una de las habitaciones del hotel Stuart. — Aquí se hace lo que dije el jefe.
— ¡El jefe está absorto en una estúpida venganza que es impulsada por quién sabe qué deseo, quizá carnal, probablemente sádico o mínimamente asqueroso! ¡Yo tengo mi objetivo y él tendrá el suyo, pero déjenme decirles que matar a esta señora no es parte de mi plan!
— Pues discútelo con el jefe.
— ¡Tenemos que hacer algo por ella!
— ¿No crees que ya es hora de que se muera? —V torció los labios.
— ¡Mi objetivo no es esta mujer!
— Y aquí a nadie le interesa tu objetivo, niño. Neeson te aceptó porque eras útil, pero con cada día que pasa es más claro que eres el niño bueno de la familia y aquí no encajas. Tu hermano está muerto, y debes hacerte a la idea de que jamás vas a poder vengarlo.
— Lo haré, pero no voy a mancharme las manos si no es con su sangre. —Se giró hacia la mujer en la cama y la tomó en sus brazos.
— ¿A dónde crees que vas? —Le bloquearon el paso.
— La llevaré a un hospital.
— No. No lo harás.
— ¡Morirá si no recibe atención médica! —El puño de alguno de los cuatro más grandes se estrelló en su mejilla.
— Ya bájale a tu tonito, niño, y de paso a tu comportamiento. Aquí no eres nadie, aunque jures y perjures que Dokyeom fue tu hermano.
— ¿Saben que es lo que creo? —Habló otro. — Que miente. Dokyeom no tenía hermanos, no tenía familia. Cuando el jefe lo recogió vivía vagando por las calles, recogiendo comida de los basureros, robando unas cuantas monedas para tratar de comprar un pedazo de pan, tratando de conmover los corazones de las personas alegando que su familia estaba muerta.
— Era mi hermano. —Afirmó con la mirada fija en quien siguió hablando.
— El señor Neeson lo envío con Mansom, había llegado aquí con una carga de narcóticos en su vientre, ¿y sabes qué dijo? —Miró directamente a los ojos del joven que resoplaba por la nariz, tratando de evitar cualquier comentario. — Que le habían dado mucho dinero por traer eso, y que no volvería a su país.
— Mentira.
— Eso dijo. Yo estaba ahí. Viendo a ese niño, flaco, lombriciento, sucio. Después dijo que sobrevivía entregando ese tipo de paquetes. ¿Qué edad tenía, recuerdas Josh?
— Creí que era ya un adolescente. —Respondió el nombrado con una media sonrisa.
— Quizás. Era ya un jovencito, no un niño, y tenía una seguridad que de pronto conseguía poner nerviosos a muchos, pero tenía ya conocimiento en todo esto. ¿Tú lo tienes, V?
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Cien millones de razones para amarte
Romance¡Atención! Si estás leyendo esta historia en cualquier otra plataforma que no sea Wattpad, probablemente corras riesgo de sufrir un ataque virtual (Malware / Virus). Si quieres leer esta historia te recomiendo hacerlo en el sitio donde está publicad...