XXXII

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El avión aterrizó cerca de las cuatro de la tarde y apenas Ren y Minhyun salieron del aeropuerto fueron llevados directamente al palacio.

— Bienvenidos, altezas. —Recibió Cleare apenas los jóvenes cruzaron la enorme entrada. —Sus majestades los esperan en el salón de reuniones.

— Gracias, Cleare.

— La reunión con los nobles comenzarán en un momento, ¿los duques no vinieron con ustedes?

— Fueron a Cambridge por algunas cosas, llegarán en un momento. Trajimos solamente una maleta, así que por favor manda a lavar toda la ropa que tenemos en la habitación.

— Sí, alteza.

— Cleare, ¿sabe dónde está la señora Nina? —Habló finalmente cuando su marido terminó.

— Sus majestades la mandaron a traer esta mañana y ha estado con ellos desde entonces. —Respondió con tranquilidad la mujer.

— Gracias. Permiso. —Ella hizo una reverencia a ambos y ellos se dirigieron a la sala donde sus majestades estaban esperando junto a Nina. Un golpe fuera de la pieza y la voz anunciando a los príncipes fue lo que obtuvo la atención de los tres antes de que la puerta se abriera y ambos chicos entraran.

— Majestades. —Dijeron ambos haciendo una reverencia apenas entraron.

— Tomen asiento. —Dijo la reina y ambos se acercaron.

— Buenas tardes, Nina.

— Altezas, que bueno verlos.

— Se ve muy contenta, Nina. —Dijo Minhyun sentándose a un lado de su esposo.

— Acabamos de darle la noticia a Nina. —Habló Phill y Ren lo miró con una sonrisa.

— ¿De verdad? —Dijo el rubio y miró a la señora sentada frente a él.

— Oficialmente Nina será tu dama de compañía y en cuanto la corte se reúna se los haremos saber. —Ren soltó un gritito de emoción y se cubrió la boca.

— Se lo agradezco mucho, majestad.

— No es nada, Minki. A partir de ahora Nina te mantendrá al tanto de los sucesos aquí mientras ustedes están en Corea, además te asistirá en todo lo que necesites; explícale las señas secretas que usarán y también asegúrate de que esté al tanto del lugar donde pueda contactarte y encontrarte, es importante que le digas todo de lo que deba estar al tanto: emergencias, medicinas, todo, ella siempre debe estar al tanto para ser la primera en atenderte cada vez que lo necesites.

— Sí, majestad.

— Y respecto a ti, Minhyun, debes ponerte en contacto con Leo y asegurarte de que esté al tanto de lo mismo, ahora que eres príncipe debe estar más atento.

— ¿Leo? —Ren miró a su marido.

— Leo es... mi consejero, si quieres verlo así. Tal como te lo dije, no es tan necesario que esté detrás de mí a donde sea que vaya.

— Ah, y se llama Leo...

— Leo Moore. Prácticamente cuando yo era niño él era mi "profesor". Yo prefiero decir que era mi niñero en Inglaterra. Lo conocerás pronto, debo decirle que venga.

— Okay. —Respondió su esposo con una sonrisa.

— Bien, —Continuó la reina y miró su reloj. — casi es hora de comenzar la reunión, así que los pondremos al tanto. Phill.

— Sí. —Respondió él y miró a ambos jóvenes. — Después de la desaparición misteriosa de David Jonhson he movido a todo el cuerpo policiaco para seguir su rastro; creíamos que todo había sido a causa de una explosión, pero el jefe de excavación dice que no hay rastros de que ésta haya ocurrido, aún así los detectives Bristol y Myers están investigando todas las posibles situaciones en que se pudo dar esto. De hecho ellos nos acompañarán el día de hoy. De momento el guardia que vigilaba a Jonhson está en recuperación, pero en cuanto sea posible los detectives hablarán con él.

Cien millones de razones para amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora