Cien millones de razones para amarte

CXCIII

(Inglés)
"Un cordial saludo al gobierno inglés.

Por medio de la presente, informamos dos cosas.

Número uno: Aunque agradecemos que nos anunciaran de forma rápida, concisa y pacífica la muerte de nuestro padre, no exentamos una evaluación a sus intensiones. El rey de España no viajaba bajo ningún riesgo, y dado el punto donde surgió la explosión del avión real es muy poco consistente que se tratase de una falla directa en la nave.

No queremos adelantar conclusiones, pero deberán comprender que las circunstancias abren paso a las sospechas de un ataque por parte de su país. Lo que nos lleva al punto número dos.

Seamos francos y maduros antes de enviar un primer ataque a un país que bien podría ser aliado, hablando por nosotros y por ustedes. Teniendo en cuenta la actual posición suya y nuestra: solicitamos formalmente una reunión con ambos reyes o, en su defecto, uno de ustedes, pues nos hemos enterado de la situación que pasa su país, aterrorizados por dos ataques posiblemente terroristas anteriores, lo que me lleva a pensar que la muerte de mi padre pudo ser accidental debido al momento y sitio donde se encontraba.

La nobleza española y muchos otros ministros se resisten a creer que pudiera ser una coincidencia, pero no lo pienso así yo. Quiero darles la oportunidad, majestades, para exponer la situación como pasó realmente, ofreciendo paz de por medio.

Si están dispuestos a solucionar la situación de esta manera, nos reuniremos en el palacio real de Madrid el día ** del presente mes y año.

Le pido que analice bien mi propuesta, su visita definirá su inocencia, si la rechaza, entonces lo tomaré como una confesión de culpabilidad. Estoy dispuesto a que firmemos un acuerdo de paz, dejemos esto en el pasado y convivamos como aliados; o en caso contrario, también estoy preparado para enviar militares a enfrentarse por el honor de España.

Cordialmente: Príncipe Carlos de la Vega y Ponte. Sucesor directo al trono de España."

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(Coreano)
— ¿Estás bien? —Habló Dong Min tras haber llegado a su mansión junto a su esposa.

— Dong Min, ¿es cierto que ya decidieron sobre el viaje? —Dejó su bolso sobre uno de los sofás antes de mirar a su esposo.

— ¿Toda esta actitud por eso?

— ¿Es para menos? Ni siquiera me lo consultaste.

— Lo siento, Sun Hee, pero sabes bien que tenemos poco tiempo.

— Pudimos solucionar otra cosa.

— Esta es la única solución a la que podemos recurrir ahora. —Se sentó cerca de su esposa. — En cuanto aclaremos esto podremos resolver algo mejor.

— ¿Y te parece que enviarlo solo a España es la mejor solución? ¿Cómo pudiste hacerle eso a tu hijo?

— Sun Hee, sé que no estás de acuerdo, pero tiene que aclarar este malentendido.

— No es una excusa. Los representantes de estado están para resolver este tipo de malentendidos.

— Los representantes de estado están al borde de la desesperación por la misma situación.