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Minhyun y Ren cruzaron el pasillo hasta la oficina al fondo y tocaron la puerta.

— Adelante. —Se escuchó desde el interior y ellos entraron. — Ahh, que bueno que llegan. —Recibió So. — Justo a tiempo para conocer al resto de los socios. Vengan. —Ambos se acercaron mientras las seis sillas de espaldas a ellos se giraban y Ren se sintió helarse cuando el único joven se puso de pie.

— ¿Minki? —Minhyun miró a su esposo, que se mantuvo de pie mirando a ese chico.

— ¿Estás bien, mi vida? —. Obviamente Minhyun también había reconocido al joven, pero simplemente prefirió no hacer ningún comentario al respecto. Ren asintió dirigiendo su mirada al mayor y la voz de So se escuchó haciéndolo caer en cuenta que, nuevamente, habían pasado sólo unos segundos.

— Bueno, es lógico que conocen a mi hijo, pero no han tenido en gusto de conocer a su esposo. —Los esposos se acercaron completamente. — Damas y caballeros, nuestro yerno: Hwang Minhyun.

— Minhyun, —Continuó Haesoo. — ellos son la señora Satsu Kimura: jefa de gráficos, los señores Daichi y Chiyo Minami: seguidores de distribución, el señor Haruto Hayashi, y la familia Takumi; los señores Kaito e Izumi se encargan de la distribución en el extranjero y su hijo: Osamu, administra algunos papeles dentro del país.

— Mucho gusto. —Saludó Minhyun con una venia. — Yo... no he venido mucho aquí antes, pero estoy seguro de que seremos un buen equipo, ¿no, mi vida?

— Sí. Un gusto saludarlos. —Se dirigió también a los socios.

— Nos alegra verlo, joven.

— Tomen asiento. —Invitó So y ambos jóvenes se dirigieron a dos sillas. — Bien, estábamos hablando respecto a la distribución de los productos durante este mes. Octubre resulta un mes en el que, sinceramente, la venta se reduce en un: —Miró a la señora Kimura. — ¿5%?

— Así es. —Respondió ella. — Aunque para muchos es una cifra pequeña, para una empresa grande como DivineC es bastante significativa, principalmente porque genera una disminución en los ingresos y esto a su vez lleva a que los diseños de invierno sean más caros. Además, es una cifra que se repite cada año.

— Este es el momento para involucrarse, Minhyun, Minki. —Habló Haesoo. — Si la reducción continua de esta manera, es muy probable que el siguiente año se doble y por lo tanto genere una pérdida del balance de la empresa, entonces, ¿tienen alguna idea?

— Descuida, mamá Choi. Rennie y yo somos de pensamiento rápido y se me ocurrieron varias opciones.

— Yo creo que primero debemos escuchar lo que tiene que decir Minki, ¿no? —Las miradas se dirigieron hacia el joven castaño sentado a la esquina opuesta. — Él es un Choi después de todo.

— Soy Hwang, como mi marido.

— ¿Hwang? Cuando terminamos la preparatoria aún eras Choi. ¿Cuándo decidiste cambiar de apellido?

— Desde que me comprometí.
Además, mis ideas no son tan diferentes de las de mi marido, no veo problema en que él...

— Creo que el joven tiene razón, Rennie. —Habló también Minhyun mirando fijamente al castaño. — Haz tus propuestas, sabes que a mí me encanta escucharlas. —Ren le sonrió levemente y continuó:

— Realmente, no se me ha ocurrido nada. Por el momento, creo que lo mejor es que tú lo digas.

— Minhyun, —Llamó So. — por favor, compártenos tus opciones.

— Sí, papá Choi. —Respondió con tranquilidad, se puso de pie y caminó hasta llegar a un lado de la imagen que mostraba los gráficos de ese mes. — Bien. De acuerdo con lo dicho, octubre representa una pérdida del 5% de los ingresos mensuales; tomando en cuenta los factores que dependen de esos ingresos se genera una pérdida anual del 15% dependiendo de: los productos defectuosos, perdidos y/o no entregados. Según la estimación, el siguiente año esta reducción sería del 10% lo que ya nos da una opción a cuál es el problema: la mercancía no está saliendo o bien, no se está entregando. ¿Cuál es?

Cien millones de razones para amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora