El día se había ido rapidísimo. Nina había vuelto de hacer unas compras y los esposos no habían tardado en comentarle sobre el sexo del bebé, ante lo que ella también había reaccionado con mucha alegría.
Se habían quedado un largo rato hablando de todo esto, por lo que el tiempo se había vuelto corto y después de cenar subieron a sus habitaciones listos para asearse, ponerse sus pijamas y meterse a la cama, totalmente ajenos a los malévolos planes que, apenas a unos km de ahí, Neeson había decidido llevar a cabo esa noche.— Entonces, ¿básicamente tú plan es infiltrarnos en el palacio y asesinar a todos los que estén ahí?
— En resumen. —Concluyó Neeson.
— Pero, jefe... ¿tiene idea de la cantidad de guardias que puede haber ahí?
— No deben ser demasiados. —Agregó Dokyeom sentado tranquilamente en el extremo opuesto a Neeson. Las miradas se centraron en él. — Pónganse a pensar: nadie sabía que ellos estaban ahí, lo que significa que no desfilaron seguidos de camiones y motocicletas llenas de guardias, y tampoco hubo muchos movimientos de estos en días anteriores, lo que significa que no puede haber demasiados.
— Que excelentes deducciones haces, Dokyeom.
— Gracias, señor Neeson. Entonces, ¿cuándo espera que ataquemos? —Neeson sonrió tétricamente y volvió a hablar.
— Esta noche. Y, como una prueba, quiero que tú estés a la cabeza de la misión.
— ¿No vendrá con nosotros?
— No; los estaré siguiendo por los radios y la cámara que tú llevarás.
— Así lo haré. —Dijo con su típica sonrisa ladeada. — Si lo haremos esta noche, es mejor que esté listo. —Miró al resto del equipo. — Todos estén listos. Ya. —Ellos asintieron y comenzaron a retirarse.
— Te traeré resultados. —Aseguró al último hombre ahí y se retiró. — "Cobarde. Pero ya pronto no tendrá nada. Estoy seguro que si encuentro el árbol genealógico de los Hwang encontraré algo sobre esa tal Hwang Yura... pero, ¿dónde puede estar? Dong Min sabe quién es ella, de eso no me cabe duda, y siendo así... tal vez pueda sacarle algo de información a Minhyun." —Pensaba miembro ordenaba sus cosas.•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*
— ¿Min? —Pronunció débilmente Ren al ver la silueta en la habitación. Su marido se giró un poco para mirarlo sin levantarse del pequeño banquillo en el que estaba sentado frente al piano.
— Mi vida, deberías estar durmiendo.
— También tú. —Se adentro a la pieza y se acercó al mayor hasta estar detrás de él; deslizó sus manos sobre los hombros ajenos dándole un suave masaje ante el que Minhyun echó levemente la cabeza hacia atrás dejándose llevar por la sensación que las suaves manos de su esposo le producían. — ¿No puedes dormir?
— Se me ocurrió algo para la canción de cuna del bebé, así que vine a escribirlo antes de que lo olvide.
— Y ¿qué tal va?
— Bueno, sólo llevo una parte de la melodía, pero diría que va bastante bien.
— ¿Me la mostrarás?
— Cuando la haya terminado. —Tomó una de las manos del rubio y lo guió al frente. — Por ahora, —Sobó suavemente el vientre de su esposo y le dio un beso. — ¿crees que el bebé esté durmiendo?
— No lo sé. Eso imagino. —Minhyun le dio otro beso en el vientre; esta vez más lento y continuó dejando un camino de estos mientras guiaba a su esposo a sentarse sobre el atril. Ren suspiró cuando el mayor le abrió la camisa y le besó el vientre húmeda y lentamente. Minhyun paseó lentamente sus labios hasta rozar la cadera del rubio y la rasgó suavemente con los dientes después de descubrirla un poco. Ren lo sostuvo de los hombros. — No, no, Minhyun. —Este alzó la mirada y se encontró con los ojos dudosos de su esposo.
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Cien millones de razones para amarte
Romance¡Atención! Si estás leyendo esta historia en cualquier otra plataforma que no sea Wattpad, probablemente corras riesgo de sufrir un ataque virtual (Malware / Virus). Si quieres leer esta historia te recomiendo hacerlo en el sitio donde está publicad...