Una razón para quedarme.

Celos/Ilusiones

Despierto inmediatamente por el sonido de mi alarma son las 6:00am hoy me permití dormir una hora más, pero es hora de salir a correr, me gusta estar en forma y correr libera mi mente. Después de correr durante una hora regreso a casa, empapado en sudor, busco en la cocina agua y ahí está ella haciendo el desayuno, su IPad frente a ella, cocinando y viendo su serie favorita, es preciosa y todo lo que hace es precioso.

-Buenos días. Huele riquísimo que estás preparando?- me acerco a la estufa

-Para los sucios nada, vete a bañar- reímos

-¿No pretendes saludarme? Que grosera te estas convirtiendo, ven acá- la tomo de los brazos y ella intenta correr y la sostengo fuerte

-Aléjate Navarrete, estás lleno de sudor y vienes de quien sabe donde.

-Perdón no sabía que tenía que rendir declaración oficial- me acercó y le doy un beso en el cachete y se sonroja y la suelto

-Conmigo siempre tienes que rendir declaración, es lo primero que tienes que hacer luego que regreses.

-A la orden patrona. Estaba viendo que casi no hay súper, iré a comprar cosas. ¿Necesitas algo?- le preguntó mientras tomo una botella de agua

-El super, no te preocupes yo lo hago. Esas cosas me tocan a mi.

-¿Ah si, y por qué te tocan a ti?

-Porque soy la mujer de la casa.

-¿Y esa mierda que?

-Damián, shu por favor. Los niños están por bajar. Pues nada que me tocan hacer las compras de casa, fin.

-Estás mal Dani, muy mal. No te tocan por ser mujer, ni la madre del hogar. Haremos juntos el súper va? Que otros planes hay?

-Algún día te podré ganar en algo? Y si, la fiesta de Enrique, el hijo de Julieta. Es las 4pm, nos acompañas?

-Algún día, tú sigue luchando. Me parece genial, me voy a duchar, ahora bajo. Ah por cierto

-Si por favor, vete rápido. Jaja qué pasa?

Me acerco a ella -Te ves preciosa sin maquillaje- Ella se sonroja y salgo corriendo

Después de una ducha refrescante y un desayuno en familia, nos dirigimos al supermercado, compramos lo suficiente, también compré cosas personales para mi. Estaba buscando a Danielle, hasta que la encontré viendo ropa de bebe de princesas, les confieso que me dio miedo pero me acerqué.

-¿Tienes ganas de tener una niña?- me acerco a su oído y se asusta

-Antes si, era algo que le pedía a Mateo lo hiciéramos, pero ahora no estoy tan segura.

-¿Por qué no?

-Porque cuando tomas la decisión de tener un hijo lo haces con todo tu corazón, lo haces porque estás segura de que amas por completo a la persona que está a tu lado, y no tiendes dudas ni temores, y sinceramente no siento eso ya.

Me quede sin palabras con su confesión, prácticamente me estaba confesando que no ama por completo a su esposo, y yo que mierda iba a decir?

-Estás diciendo, que?

-Estoy aceptando lo que me he negado a aceptar desde hace tiempo, Damián.

Sonreír como un niño chiquito, estaba feliz, no me lo estaba diciendo abiertamente pero ella estaba aceptando sus sentimientos. Me limite a sonreír y eso fue todo.

-¿Qué te gustaría tener primero, niña o niño?

-Una niña. Y el día en que me permitan ser padre, te juro que voy a ser el mejor para ella, me voy a entregar mi corazón por completo y voy a cuidarla con mi vida- comenzó a sonreír