¿Aferrarse o Continuar?

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Anoche fue uno de los peores momentos que he tenido, desperté de pronto de un sueño en donde yo era el único que estaba soñando. Me dolieron sus palabras, su actitud, como quisiera retenerla una vez más, pero ahora todo me a quedado claro, y por mucho que me duela tengo que aceptarlo. No tuve el valor de volver a casa, al menos esta noche no. Me quede toda la madrugada bebiendo alcohol, no pude dormir ni un minuto. Me encontraba sentado en el piso, ahogándome en alcohol con las luces apagadas, es la única forma que encontré de sanar por un momento. Amaneció y yo seguía ahí, dando lástima. Hasta que escuche la puerta abrirse, era Louis, cuando me vió salió corriendo hacia a mi.

-Estás muerto en alcohol- fue lo único que dijo

-Muerto en vida más bien- sonríe con sarcasmo

-Ven acá- me levanto del piso y como pudo me llevo hacia la regadera, si que soy pesado, o Louis no tiene nada de fuerza

-No me quiero bañar- le dije riendo

-Como no, si apestas a alcohol, ven muévete, no huyas Navarrete- me puso en la regadera y abrió la llave, de pronto me fui empapando de agua, y desperté de repente, Louis fue por toallas, y las puso en la barra del baño.

-Hijo de tú madre, casi vacías mis botellas-

-Ni estaban tan buenas eh, te hace falta la cerveza Corona, la mejor- comienza a reír

-Cálmate mexicano. Toma un baño, y sal, te haré el desayuno- Sale y entra con ropa cómoda, termino de ducharme y me coloco la ropa, un poco cómoda a decir verdad. Salgo de la ducha y lo veo con tres cafés y una pastilla.

-Me va a reventar la cabeza- me entrega una pastilla con un vaso de agua, la tomo y como puedo me siento, me entrega el café. -No tienes de casualidad un menudo?- se queda con cara de qué pedo

-¿Qué es Menudo?- me pregunta mientras trae el desayuno

-Ay Louis, recuérdame llevarte a México pronto- le digo mientras tomo un sorbo de café. Se que tiene ganas de preguntar pero es muy respetuoso con los temas personales.

-Se acabó todo Louis. Todo se puede ir a la mierda- le digo y su cara cambia

-No entiendo. Pensé que ustedes dos se habrían reconciliado, por eso dormí en un hotel, apenas regrese pues pensé que ya sabes- intento reír

-Lamentó que hayas dormido en la suit de un hotel con una mujer- le digo sarcásticamente y el ríe porque sabe que es cierto. -Todo ah acabado hermano, ella me pidió que me quedara, no entendió mis planes, te dije que no iba a aceptar.

-¿Así simplemente te dijo que no?- me cuestiona y se sienta Asombrado

-Yo iba a dejar todo por ella, tú sabes que si lo iba a hacer. Pero ella ni si quiera lo intento, no lo pensó, ella no movería ni un solo dedo por mi, tal cual.

-Lo siento hermano. Pensé que lo iban a intentar, al menos tú si lo hiciste, quédate con eso bueno- palmea mi espalda

-Lo sé, yo si lo intenté. Me hubiera gustado que ella también hubiese luchado por esto pero ni si quiera yo de que mierda es esto.

-De plano terminaron la relación?

-¿Cuál maldita relación? Si nunca hubo una real. ¿Sabes que fue lo peor de todo?- niega y continuó diciendo. -Que apenas le iba a decir que no iba a aceptar, que lo iba a dejar para vivir un futuro con ella aquí, y antes de que pudiera decirlo ella me preguntó qué si no lo estaba considerando y que necesitaba pensar en ella, eso me mató. Porque todo el maldito tiempo pensé en ella, iba a rechazar esta gran oportunidad para mi futuro por ella, y ella lo primero que hizo fue decirme que no, pensé que me iba a apoyar.

-Yo no dudó del amor que te tiene, quizás estaba asustada de perderte Damián, no la juzgues mal.

-No es eso. Porque yo desde el inicio la apoye en todo, estuve ahí para bien y para mal, el maldito problema es que queremos que hagan por nosotros lo mismo que damos.

-¿Qué decisión tomarás? El seminario termina en un mes. ¿Vivirás ahí un mes? Soportando todo eso?

-No lo sé. Puedo intentarlo de nuevo con ella pero tampoco quiero mendigar amor, la única forma de seguir con ella es quedándome aquí, y realmente no se si quiero eso.

-Es que tu nunca has querido eso Damián, tu meta siempre ha sido regresar a México reforzado. Cambiaste por ella, hiciste todo por ella, creo que ahora que todo está claro es hora de que pienses en ti, tu maldito futuro.

-Tienes razón y lo peor de todo es que yo se que es cierto.

-No te aferres a nadie Damián, si es su destino la vida se encargará de volverlos a juntar, pero si no, no cometas el error de aferrarte a algo que no tiene futuro. Siempre vienen mejores personas, momentos y cosas, lo que hoy duele con el tiempo comprobarás que las cosas suceden por algo.

-Se que tienes razón, aunque me duela aceptarlo para poder continuar con mi vida.  No se si podré soportar este mes en esa casa- tomo mis manos y jalo mi cabello

-No tienes que hacerlo. Vente a vivir conmigo, las puertas de mi hogar están abiertas para ti, amigo- volteo y me sonríe

-No puedo aceptar Louis, aunque lo agradezco.

-Damián, queda un maldito mes. Estoy seguro que no soportarás, solo piénsalo y me avisas cuando estes listo. Puedes hablar con Ignacio, tus papás. Aquí estaré para ti hermano.

Louis es el más grande amigo y mentor que he podido encontrar en la vida, a pesar de la diferencia de edad se ha comportado como un gran amigo, estoy agradecido por tenerle en mi vida.

-Muchas gracias, lo tomaré en cuenta.

-Y sobre lo demás, ¿qué has pensando?

-Será un placer trabajar contigo y con Miranda- volteo y empieza a sonreír al igual que yo.

-No te vas a arrepentir, créeme haremos grandes cosas y todo México, Latinoamérica y el puto mundo lo sabrán- sonrío mientras nos ponemos de pie y nos damos un fuerte abrazo.

Después de unas horas conversando con Louis, decidí volver a casa de Ignacio. No quería pero creo que ya es momento, no puedo irme cuando quiero de ahí, debo ser agradecido. Llegue por la tarde/noche, Ignacio estaba fuera y decidí hablar con el.

-Hola Damián, ¿Cómo has estado con todo esto mijo?- su pregunta me saca de onda.

-Todo bien, mucho trabajo.-

-Si me comentó Louis que se quedaron estos días trabajando hasta tarde.

-Perdón Ignacio, quería avisarte pero estaba muy concentrado en los casos, así que le pedí a Louis que te avisara. Discúlpame por no hacerlo personalmente, consideré no regresar porque tú casa no es hotel para llegar tarde.

-Mijo no te preocupes, yo entiendo que eso de derecho es muy difícil. No te hubieras preocupado, las puertas de esta casa están abiertas para ti siempre- me dice abrazándome

-Y te lo agradezco de todo corazón. Algún día te pagaré todo lo que han hecho por mi tu y tu bella familia, dame tiempo.

-Que agradeces mijo. No tienes que pagarnos nada, nosotros lo hacemos con todo el gusto del mundo. Tu papá y yo nos hemos hecho grandes favores.

-De igual manera estaré en deuda con ustedes y sin en algún momento necesitan o tiene algún problema, no duden en llamarme- De pronto siento su mirada interrogadora

-Te lo agradezco Damián. Pásale, apenas vamos a cenar todos- me dice mientras vamos caminando

-Otro día Ignacio, muchas gracias pero cené antes de venir. Estoy realmente muy cansado, solo quiero dormir.

-Entiendo mijo, bueno ve a descansar. Ya mañana hablamos, te quiero Damián- me dice y yo me quedo con una culpabilidad terrible, entramos a casa y están los niños jugando, corre para abrazarme, Mateo esta viendo una película y Lucia en la cocina. Saludo y me pasó de pronto a mi habitación, antes de entrar volteé a su puerta, supuse que estaba ahí, tenía unas malditas ganas de entrar y abrazarla, hacerle el amor, pero me detuve. Simplemente me quede parado y me fui a mi habitación.

Enamorarse apesta, apesta. Lo peor es cuando sabes que es prohibido pero te gusta la maldita adrenalina.

Una razón para quedarme. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora