¡Sopresas!

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Se llegó el sábado, los días han pasado rápido, no he salido para nada, solo la pasó en casa, las peleas con mis hermanos están reiniciándose aún, todo volvió a la normalidad o eso espero.

-Hey Damián, necesito que vayas a Walmart y compres estas cosas por favor y también recojas esto con mi amiga Tamara- se acerca mi mamá mientras estoy acostado en la sala Y me entrega una lista.

-¿Lo quieres para ahorita?- me mira feo con las manos en la cintura. -Quiero decir que en este momento voy- le digo levantándome rápido, tomo las llaves y comienzo a manejar, es la primera vez que salgo, hace una semana llegue y solo he estado en mi habitación. Llegó a Walmart, me estaciono y tomo un carro, voy checando la lista de mamá y procuro no el olvidar nada. Estaba concentrado en que no me fuera a matar por olvidar algo, hasta que una voz interrumpió mis pensamientos.

-¿Damián? ¿Eres tú?- volteo curioso y veo a alguien que no esperaba ver en mucho tiempo

-¿Larissa? Hola, qué milagro!- Larissa es una vieja amiga, estuvimos juntos en la prepa pero nos separamos en la universidad. Ella estudió medicina y yo leyes.

-Es increíble que estes aquí, no puedo creerlo- se acerca a mi y nos damos un fuerte abrazo.

-Es increíble que tú estés aquí. ¿Qué has hecho de tu vida?- nos hacemos a la orilla y comenzamos a platicar

-Ya termine la carrera, ahora estoy haciendo el internado en el IMSS.

-Wow eso es excelente, muchas felicidades!

-Ay gracias Damián, ¿Tú que has hecho?- me dice interesada

-Pues termine la carrera de Leyes. Acabo de regresar de un seminario en Estados Unidos

-¿Me estás jodiendo? Que excelente noticia, wow todo un abogado completo. Felicidades Damián, siempre fuiste muy dedicado!

-Gracias por tus halagos pero no mientas, fui un desmadre en la prepa- le digo riendo

-Si bueno tienes razón. Pero mírate ahora todo un abogado.

-Y tu una doctora! Todo bien, todo bien.

-Es bueno verte de nuevo. Deberíamos ir a celebrar, acaban de inaugurar un nuevo bar.

-Me gusta la idea, pásame tu número- me da su número y yo le doy el mío.

-No te pierdas mucho, cuídate Licenciado- se despide de beso y me guiña el ojo

-Igualmente Doctora- le sonrío y se va.

Hacia tanto tiempo que deje de verla, fuimos muy buenos amigos, y ahora nos volvemos a encontrar pero ya más maduros, eso pienso.
Termino de hacer las compras, me dirijo a casa de la amiga de mamá, ya quiero llegar a casa a dormir. Después de un día soleado, regreso a casa, cuando entro no escucho movimiento, dejo las cosas en la mesa y los busco afuera y oh ¡sorpresa!

-¡SORPRESAAAA!- me gritan todos al mismo tiempo. Están mis papás, hermanos, abuelitos, amigos que deje de ver, familiares cercanos, y mi padrino y su familia. Al parecer organizaron esta fiesta.

-Ahora entiendo porque tan misteriosos estaban todos, que bonitos, que bonitos- les digo riendo, Manuel es el primero en venir a abrazarme, mi amigo, mi hermano.

-Hermano, no sabes la felicidad que tengo de tenerte aquí champ- me abraza fuertemente

-Yo se que soy irresistible, pero hay gente tranquilízate- digo riendo. Manuel ha sido mi mejor amigo desde la primaria, somos hermanos.

Se acercan todos a saludarme, mis tíos favoritos, mis primos, mis abuelos maternos que tanto quiero, todos me halagan y abrazan.

-Mi muchacho, que bueno que ya estás en casa hijo- me dice Javier, mi padrino al que tanto quiero.

Una razón para quedarme. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora