La familia es la medicina

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Mi sueño cada vez se ha puesto más débil y quizás ahora si tengo que hacer algo por mi, le prometí a Louis que iría al médico pero no me siento muy cómodo haciéndolo, tampoco quiero que me manden con un psicólogo, debería hacer otras actividades quizás para olvidarme del estrés del trabajo, personal, y de todos. La semana la he terminado de la manera más pesada, tuvimos 3 casos al mismo tiempo y nos dividimos el tiempo y la información entre Roberto y yo, fueron difíciles, aún no logramos ganar el tercer caso pero lo estamos intentando. Hoy por hoy recibí un mensaje de Larissa, quiere que nos veamos para comer, y bueno he considerado la idea de intentarlo con ella, quizás me haga olvidar por completo a Danielle, pero no estoy muy seguro, tampoco quiero usarla, yo en realidad no se que hacer.

—Hola guapo, ¿Cómo estás? Ya casi no nos hemos visto— me saluda con un beso mientras entro a su departamento.

—Lo se, he tenido mucho trabajo al igual que tú me imagino.

—Bueno pero ahora todo ha cambiado, ¿Quieres el postre antes de la comida?— me pregunto mientras comenzaba a besar mi cuello, realmente mi mente no estaba aquí.

—Primero vamos a comer— nos levantamos y fuimos directo al restaurante muy bonito aquí en la ciudad. Llegamos y nos dieron una mesa rápidamente, tomamos asiento en lo que el mesero vendría. —¿Cómo te está yendo en el hospital? Supe de un caso de tuberculosis muy peligroso en tu área.

—Ay si estuvo horrible, estuvimos en crisis por semanas. Lamentablemente el paciente falleció, estaba muy avanzado todo.

—Lo siento mucho, esa enfermedad es muy peligrosa. ¿Tuviste los cuidados?

—Claro que si Damián, todos estamos bien— llegó el mesero y pedimos algo de comer. En cuestión de minutos ya estábamos comiendo. —¿A ti como te va? Supe en las noticias que su despacho la está arrasando en Nuevo León.

—¿En serio? No sabía pero si estamos trabajando mucho por sacar adelante el despacho.

—Me alegro guapo— continuamos comiendo seriamente, no había más temas para platicar. Así pasaron la hora hasta que terminamos y salimos del restaurante. —¿Vamos al cine?

—Si quieres vamos— fuimos directo al cine y entramos a la sala y vimos la película, estaba algo divertida pero no era de mi comedia favorita, solo estaba ahí porque ella quería estar. Luego de salir fuimos a comprar helado y en un par de horas nos encontrábamos en su departamento. —Bien, la pase genial y espero tu también, ojalá que haya servido para quitarnos un poco del estrés.

—¿A dónde vas? No, quédate conmigo, quiero estar contigo Damián.

—Yo también, pero ¿Tus amigas? Igual y están por llegar, no quiero incomodar— me tomo del brazo y me hizo que recostara en su cama, no estaba muy seguro de esto por primera vez.

—Tranquilo guapo, ellas vendrán en unas horas me dijeron, tu solo relájate estás muy tenso baby— comenzó a quitarme la camisa y el pantalón. Luego subió encima de mi y me beso descontrolada mente, continué besándola como ella a mi, quería estar ahí en ese momento pero ni el sexo podía ayudarme a concentrarme, no se que me estaba pasando, cuando estaba a punto de entrar en ella no pude, no tenia idea de que mierda me estaba pasando, mi cuerpo estaba ahí pero mi mente no, se encontraba viajando.

—Lo siento, yo yo no puedo Larissa— me quite de encima de ella y me senté en la cama.

—¿Qué tienes? No te siento aquí conmigo, estás como que ido.

—Creo que es el estrés excesivo que tengo, lo siento, lamento arruinar esta noche.

—Tranquilo no pasa nada, me imagino que debes estar pasando por mucho, no pasa nada guapo. Si quieres podemos continuar desde el principio.

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