Encargo

21 0 0
                                    

Otro inicio de semana, lo mismo de siempre con un sueño distinto, ahora de culpabilidad por haberme metido en un matrimonio, fue algo horrible así que decidí ir a correr más temprano, todos estaban dormidos, al parecer soy el único loco que sale temprano a correr, regrese a casa luego de una hora y me encontraba tomando agua silenciosamente en la cocina.

—Buenos días campeón— llegó mi papá asustándome, hasta di el brinco

—Papá, no friegues me asustaste, ¿Por qué no traes sandalias?— comenzó a reír por mi reacción

—Es que las olvide. Oye tu mamá pasó mala noche, se siente muy mal, le duele el cuerpo, la cabeza, le dije que no fuera al trabajo.

—No irá, que se quede a descansar aquí, que no se preocupe hablaré con mi padrino, el entenderá. Además yo llevare a Camila a la escuela, descuida todo bien.

—¿Y también puedes pasar por ella? Es que me queda lejos la escuela, solo me queda cerca y rápido la secundaria y la prepa de los otros. Perfecto, dile a tu padrino por favor la situación. Llevare a los chicos a la escuela y luego iré por tu abuela para que cuide a tu mamá en lo que llegamos todos.

—Excelente, descuida todo saldrá bien, yo me encargo de Camila, y vendré a verlas. Les haré el desayuno.

—Yo lo hago hijo, tú vete a vestir y ducharte.

—Mejor ve a levantar a las bestias, yo hago rápido todo, descuida me tardo menos de 15 minutos— asintió y subió, comencé a hacer los hot cakes, prepare licuado de mango y pan tostado. A mamá le hice un licuado de zanahoria con betabel y unos pancakes de avena. Subí y todos estaban arreglándose con mucha flojera porque apenas es lunes, yo tomé una ducha y me arreglé. En media hora ya estaba listo, salí y fui a ver a mamá.

—Toc toc, buenos días a la enferma más bella de esta casa— entre y bese su frente. Papá estaba arreglándose.

—Ay hola mi amor buenos días. Por favor habla con tu padrino y explícale, le estaba llamando pero entra el buzón.

—Descuida yo hablaré con el. Tu duerme y descansa. Yo me encargaré de Camila, descuida mamá todo estará bien.

—Genial hijo, me hacen sentir más tranquila. ¿Ya desayunaron?

—Relájate y duerme. Prepare el desayuno y todo estará bien, descansa. La abuela vendrá pronto, recupérate mamá— bese su frente y me levante.

—Tengo a los mejores hijos y esposo del mundo, buen día los amo— nos despedimos y salimos. Desayunamos rápido hasta que llegó la hora de irnos.

—Iré a revisar a tu mamá, adiós chaparra, adiós Damián, cuídense los amo.

—Adiós pa, adiós chicos— salimos y coloqué en el auto a Camila. Conduje hasta la escuela, había un tráfico de ciudad, luego de media hora llegamos a la escuela, me estacioné y salimos los dos. Cami tomo rápido mi mano y yo iba cargando su mochila. Entramos y podía sentir las miradas de las mamás que se encontraban afuera en el portón, era incómodo. Nos dirigimos directo a la dirección.

—Pero mi salón es por allá Damián.

—Si pero primero hablaré con mi padrino. Espera unos minutos, no te vayas a ir, quédate aquí conmigo— entramos a la dirección y ahí se encontraban dos maestras, y claro la maestra de Camila que ya no es tanto amargada desde aquella tarde de café.

—Hola buenos días— salude a las tres, ella levantó su mirada hacia mi, estaba preparándose un café, sonrío ligero y contestó.

—Buenos días galán— me saludaron al unísono. —El abogado más guapo de Monterrey claro que si— dijo riendo mi ex maestra, era increíble que siguiera dando clases digo hace años debió retirarse

Una razón para quedarme. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora