Me encantaba el mirador es mi lugar favorito en el mundo, simplemente con el hecho de estar aquí y observar todo me basta para estar tranquilo. Me dediqué a observar los alrededores pensando en cada momento, cosa o circunstancia por la que he atravesado en mi vida. Toda mi vida cambió desde que partí a Estados Unidos y hablo en general, tanto en lo laboral como personal, pero en cierta manera no puedo arrepentirme jamás pues esos cursos y semanarios así como el servicio me ayudo al adquirir todos los conocimientos que hoy se y aprendí.
Hablé conmigo mismo en mi mente claro, si hablaba en voz alta todos me dirían loco, había gente alrededor así que me limite a hablar, únicamente me quede en silencio disfrutando del viento, de la vista, de las risas, de todo. Luego de un gran momento decidí volver a casa, camine al coche y me subí, estaba pensando en comprar comida y ver películas con Omar y los abuelos, algo tranquilo, estaba a punto de irme pero recordé que olvide mi gorra en el mirador, así que baje y subí la pequeña loma hasta llegar a él.
Al llegar busque en donde había estado hace unos minutos pero no estaban, busque a los lados y en el suelo, no había nada, es muy probable que alguien se la haya llevado.
—Ni modo Damián, pon atención a tus cosas siempre— dije levantándome del suelo. A mi espalda escuché ruido.
—¿Buscaba esto licenciado?— esa voz podía reconocerla a kilómetros, era dulce y sutil, era inevitable que se formara una sonrisa. Gire lentamente y ahí estaba ella, como siempre tan hermosa sonriendo. —Debería tener más cuidado donde deja las cosas— dijo riendo.
—Si verdad— dije embonado. —Es decir, gracias señorita por su buena labor.
—Una gran labor humanitaria debería tomarlo en cuenta para seguir mi ejemplo.
—Lo tomare en cuenta a la próxima. ¿Sabias que era mía?—
—Bueno no creo que todos los abogados en Monterrey tengan una gorra de las Medias Rojas de Boston— confesó sonriendo entregándomela.
—Te sorprendería cuantos aman al mejor equipo de béisbol— sonreímos. —¿Cómo estás?
—Si tú dices que son el mejor equipo, pienso que los Dodgers son mejores. Estoy bien.
—¿Te gusta el béisbol? Los Dodgers son buenos pero solo tienen popularidad.
—Un poco, papá es fan del béisbol, y si quizás tengas razón, tampoco tengo un doctorado en béisbol.
—No puedes tener un doctorado en esas cosas, créeme ya lo hubiera tenido— dije y reímos caminamos un poco al barandal frente a una banca. Sentía que debí hacer algo. —Melanie, lamentó lo qué pasó la otra vez, yo no debí meterme en tus asuntos personales, una cosa es que compartirlo cuando queramos decirlo, pero yo no sé me deje llevar por mi coraje, yo bueno, yo lamento todo— ella me miro seria.
—Al contrario yo quiero pedirte disculpas por la forma tan mala que me comporté, quiero que sepas que...— le interrumpí
—No tienes porque darme explicaciones, yo entiendo todo y prometo no meterme más en sus asuntos tanto de él como tuyos.
—No quiero que pienses que estuve de acuerdo con su comportamiento, creo que te fuiste con esa idea errónea.
—¿Cómo querías que lo tomara? Ese imbécil de tu— dije furioso. —Perdón ese tipo me quiso humillar ante ustedes, e independientemente de con quien haya sido yo jamás permitiré que me humillen ni me traten como basura.
—Yo no estoy diciendo que estuvo bien, me pareció desagradable lo qué pasó.
—¿Cuales son tus argumentos entonces?—
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Una razón para quedarme.
RomanceSoy de los que piensan que existen grandes amores que marcan la historia de tu vida. Uno puede ser tu perdición y otro tu salvación. Dicen que en el corazón no se manda y estoy de acuerdo. Si uno eligiera de quién enamorarse todos seríamos felices y...