Mismos Sentimientos. Eterna amiga.

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Inolvidable el día de ayer, así lo podría definir y no existe nada mejor que esa palabra. Me hacía sentir genial y eso lo valía todo para mi. Supe descansar bien después de anoche, incluso fue tan bien que desperté tarde.

—Hola mamá, ¿Cómo estás? Te ves más hermosa que nunca— bese su frente.

—Hola mi amor, yo bien y al parecer tú igual. ¿Cómo estás?— pregunto mientras posaba su mirada curiosa en mi.

—Que bueno me da gusto. Todo bien, dormí muy bien. ¿Donde están todos?—

—Ya veo, ya veo— me dio una sonrisa. —Tú papá fue por tus abuelos y todos se alborotaron para ir con el, solo Omar se quedó en su cuarto.

—Ah que genial que vengan. ¿Hay planes para hoy?—

—Domingo familiar Damián, nunca lo olvides papi— asentí mientras iba a la cocina. —Te deje de comer ahí, déjame te sirvo.

—Yo me sirvo mamá, gracias— pase por mi almuerzo o comida más bien y proseguí a comer. En esto recibí un mensaje.

Melanie Cardenetti

Buenos días Licenciado. Dejaste tu gorra anoche aquí, espero que no te moleste que ya tiene dueña, (Laila la adora). La lavaremos para ti. *Foto*
RECIBIDO

Considérenlo un regalo, especial para ella por dejarme jugar con sus muñecas. Haha, es una lindura, le queda mejor que a mi.
ENTREGADO

Estamos a mano entonces haha gracias. Bonito domingo, me saludas a tu mamá y Camila.
RECIBIDO

No entendía el porqué me gustaba recibir estos mensajes, y lo sé porque en mi mente se formó una felicidad enorme, pero más allá de eso fue en mi sonrisa. No podía dejar de ver la foto de la pequeña Laila con mi gorra, se veía muy linda y eso era arte para mis ojos.

—¿Y esa sonrisa?— pregunto curiosa mi mamá sacándome de mis pensamientos.

—¿Cuál sonrisa? Es la misma con la que cargo todos los días mamá— le dije riendo.

—Hazte el menso, hazte el menso Damián Gael Navarrete Rivera—

—¿Qué?— dije riendo. —Manuel me mando un chiste, por eso reí— si claro.

—Pues esa sonrisa nunca la pones cuando hablas con tus amigos.

—¿Cuál sonrisa? ¿De que hablas señora?— no aguantaba la risa, ella en tono de saber lo que estaba pasando.

—La sonrisa acompañada de un largo suspiro es la de un hombre cuando una mujer lo tienen embobado— y eso si que me dejó en shock, ¿yo embobado? Para nada.

—En buena onda mamá, ya no veas televisión, son falsas esas acusaciones— intente no reírme pero falle. —Por cierto, te mando saludos la maestra Melanie.

—A una mamá nunca le veas la cara. Tan linda ella como siempre, ¿Cómo está? ¿La viste bien con su embarazo? Ella es una maravillosa mujer, ya quiero ver a su angelito.

—Ella esta bien, igual su bebé. ¿La aprecias mucho?—

—Me da mucho gusto. Y si, es una buena mujer muy linda con su carácter pero linda, y no te me pongas de celoso.

Una razón para quedarme. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora