El secreto entre Arianna y yo.

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El silencio se hizo presente en la habitación, me acerqué a ella, le coloqué la sábana bien, luego tomé asiento en el sofá. Había sido una noche llena de emociones y los golpes estaban haciendo efecto de dolor, me recosté y coloqué la cabeza hacia atrás, pero seguía al pendiente de ella. Revise mis mensajes, no tenía señal y por lo tanto no mensajes disponibles además que la batería de estaba agotándose, perfecto lo único que me faltaba.

—Hola hermano soy yo de nuevo. Estoy en el hospital ojalá pudieras venir mañana, a puesto que te encantará la sorpresa. Solo quería saber que estuvieras bien y decirte que tuve un día tan especial, no puedo esperar a contarte. Ojalá que todo salga genial con tus asuntos— escribí y lo envié a Louis. Quien sabe que sería de él en estos momentos.

Estaba cansando muy cansando, intente cerrar los ojos al menos cinco minutos y realmente los disfrute. Siento que quede dormido más de la cuenta, desperté asustado por el ruido de la puerta, así que me levante rápido.

—Hola— sonrió la enfermera, traía a la bebé en una cuna pequeña, estaba dormida tan linda ella. —Es hora de que esté con mamá, acaba de dormir, no creo que despierte. ¿Si quiere que la deje?— pregunto al ver a Melanie dormida.

—Si claro, se que amará verla su lado cuando despierte.

—Excelente, aquí la dejamos, es una belleza de bebé. Por favor cuando despierte tiene que darle de comer, es importante para fortalecer sus defensas la leche materna.

—Yo me encargo que eso suceda, muchas gracias enfermera.

—De nada, con permiso y buenas noches. Si necesita algo por favor no dude en llamar a la estación asistencia 7.

—Así lo haré gracias— le dije amablemente y está salió cuidadosamente.

No sabía si acercarme o no pero mi corazón me lo pedía y fui hasta ella, la colocó a un lado de la camilla, les juro que es hermosa incluso ellas tienen parecido. Quizás sea la forma en cómo duermen, si eso es. Era un angelito durmiendo, tenían sus mejillas rojas, sus pequeñas manitas y luego sus cejas, todo ella era perfecto y a mi me enternecía el corazón, el alma y la vida. Pronto comenzó a hacer gestos que causaban ternura, saque el celular y tome una fotografía, estaba derretido por ella.

—Eres hermosa princesa, llegaste al mundo con la mejor mamá— susurre despacio. Pronto quedó profundamente dormida de nuevo.

Decidí volver al sofá, ambas parecían estar durmiendo placenteras y vaya noche para ellas, su primera cita, deben estar rendidas. Estaba feliz aquí siento que estaba haciendo lo correcto.

Un sonido capto mi atención, revise mis bolsas del pantalón era el celular de Melanie, tenía varios mensajes. Pensé en hacer algo pero no se si estaba bien, ¿Era correcto llamar al papá de la bebe? Digo al final de todo es su papá y creo que debe estar aquí, y no es que no quiera estar aquí, solo que no sé aunque sea un idiota es el papá. Me arme de valor y  busque entre sus contactos el nombre de él, fue fácil hallarlo, así que llame, primero mando el buzón y luego volví a llamar.

—Hola, ¿Rodrigo Garza?— contestó medio adormilado.

—Soy yo, ¿Quién habla?— pregunto molesto, vaya tipo.

—Soy el ahijado de Javier, disculpa molestarte solo quería avisarte que Melanie está en el hospital, acaba de tener a su hija— dije en tono serio.

—Ah ok, ¿Y por qué esta ahí?— que pesado tipo.

—Creo que los motivos del porqué me encuentro aquí salen sobrando cuando se trata del nacimiento de su hija. Solo llamaba para informarle.

Una razón para quedarme. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora