Intente concentrarme en otros asuntos pero no puedo después de que hace unos minutos me dejó pensativo lo que dijo Melanie, intente hacer otra cosa pero no podía concentre mi mente. No podía esperar a mañana para que le aclarara las cosas y aunque es noche sentía que necesitaba hacerlo.
Tome las llaves de mi auto y baje rápido las escaleras, tenía que verla.—¿Vas a salir?— pregunto mi mamá mientras se acercaba con papá.
—Tengo algo muy importante que hacer, no puede esperar, vuelvo en una hora.— tome agua y salí de ahí.
Mientras iba en el camino estaba pensando cómo iba a llegar así de la nada y de noche, no sabía si estaba haciendo bien o mal, lo único que tengo claro es que mi corazón me lo pedía a gritos. Afortunadamente no había tráfico lo cual hacía más fácil mi llegada a su casa. Cada vez que me acercaba por sus calles mi corazón iba latiendo más y más rápido, definitivamente estaba suspirando amor por ella. Y todo se detuvo cuando me estacione frente a su casa, el clima era un poco fresco y podía ver cómo estaba nublado, iba a terminar lloviendo.
—Es ahora o nunca Damián.— pensé mientras daba un largo suspiro y tomaba el celular, a lo pronto comencé a llamar.
—Creí que había sido clara.— se escucha del otro lado con una molestia.
—Lo se pero antes de que cuelgues necesito decirte algo más, por favor no me vayas a colgar.— suplique mientras me baja del auto y me recargaba en el.
—Está bien que sea rápido porque tengo cosas que hacer, ¿Qué tienes que decirme?—
—Para saberlo tienes que salir.— solté serio.
—¿Salir a donde? Mira Damián no estoy para tus bromas, ya dime.
—Hablo en serio, tienes que salir. Asómate por la ventana.
—¿Qué hiciste?— pregunto dudosa.
—Solo hazlo, por favor.— pedí en súplica esperando que lo hiciera. Tardó unos segundos y luego pude verla por la ventana mientras asomaba su rostro y yo le sonreía.
—¿Qué estás haciendo aquí? ¿Estás loco o que te pasa?— se mostró un poco exaltada.
—Estoy loco por ti y necesito que me aclares todo.— solté riendo.
—Tienes que irte ahora mismo.— dijo mientras me hacía señas al mismo tiempo de que me fuera, yo solo podía reír.
—No me iré hasta que no bajes a hablar conmigo.
—¿Ah no? Pues ni creas que bajaré. Deberías de irte esta comenzando a llover.— y tenía razón unas gotas me comenzaban a caer.
—Ya te dije que no me iré no me importa si cae granizo o relámpagos, no me iré sin hablar contigo. Mejor deberías bajar.
—Súbete a ese coche bonito y vete.— ordenó molesta. Yo me acomode en el coche mientras la lluvia comenzaba a caer más y más. De pronto empapándome lentamente. —Estás todo mojado vete Damián.— volvió a ordenarme molesta.
—Que se caiga el cielo si es necesario para que me hagas caso y me des la oportunidad de hablar.— me quede cruzado de brazos y la lluvia hacía presencia más rápido, esperando que ella dijera algo más. Pronto colgó el cel y se movió de la ventana, mientras yo me quedaba ahí esperando una señal lleno de agua, pero no me importaba.
Pasaron alrededor de unos minutos cuando vi la puerta principal abrirse mientras salía ella con un paraguas y una toalla, se acercó con prisa así como abrió el portón, mientras se acercaba mi corazón estaba latiendo más y más rápido, pensé que me daría un infarto. Tenía un poco de frío pero se me pasó al verla.
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Una razón para quedarme.
RomanceSoy de los que piensan que existen grandes amores que marcan la historia de tu vida. Uno puede ser tu perdición y otro tu salvación. Dicen que en el corazón no se manda y estoy de acuerdo. Si uno eligiera de quién enamorarse todos seríamos felices y...