Recuperarse

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Después de aquella noche me perdí de nuevo, supe que tomo un avión y se fue con Kris de regreso a Houston, y a mi me dejó el corazón roto, otra vez destruído, otra vez en el vacío. Volví a ser lo que no quería, claro que me afectó todos los días pensaba en ella, durante los semanas próximas fue un fiasco mi vida. Dejé de hacer ejercicio, comencé a salir más de fiesta con Manuel, cigarros y alcohol cada fin de semana, en el trabajo ya no me desempeñaba como al principio, si cumplía pero hasta ahí, y este cambio todos lo notaron. Dejé de leer y realizar actividades con mi familia, sentía que todos me molestaban y solo iba al trabajo y me quedaba encerrado en mi habitación, quizás no era la mejor forma de manejar el dolor pero era mi puto dolor y así es como yo me sentía de alguna manera mejor.
El tipo que se recuperó de aquel dolor se perdió y no tenía idea de cómo recuperarme. Corte más comunicación con Louis y aunque intentaba hablarme siempre evitaba hablar con todos. Estaba llevando un caso con Gustavo pero se complicó mucho y me quede hasta tarde en la oficina buscando una solución, no la encontraba, pensaba en mis problemas, en que no solo la perdí a ella sino también yo me estaba perdiendo, los reclamos, todo se me acumulo y quería explotar de estrés.

-Damián no podemos seguir así- llega Louis diciendo, pero no lo escucho porque creo que estoy teniendo un ataque de pánico nuevamente, este estrés me esta matando, estoy sudando mucho, estoy mareado, siento que me estoy asfixiando, me duele el pecho y siento que voy a morir.

-No me dejes morir- fue lo único que alcancé a decir, entre borrosidad vi que Louis se acercó a mi y me estaba hablando. -Las pastillas, dámelas- intente tranquilizarme pero sentía que me moría, entre visiones vi que Louis encontró unas pastillas y rápidamente me las dio, tome una y después todo volvió a la tranquilidad.

-Hey Damián, mierda estás bien? Llamaré a una ambulancia- Hice mis respiraciones y evite que llamara, colgó el teléfono y se acercó mientras tomaba asiento y regulaba mi respiración. -Damián mierda, qué pasó? Eres un pendejo, estoy muerto en miedo- se acercó y me abrazo, vaya que lo necesitaba. -¿Estás bien?

-Gracias- me alejo y tomo agua.

-¿Otro ataque de pánico? No los habías tenido desde hace un año, ¿No? ¿Qué necesitas, que hago?- al parecer si estaba preocupado

-Estoy bien Louis. Es solo que..

-Mierda, esto es mi culpa, es por ella, no?

-No idiota. Tengo un caso, solo se complicó y no puedo resolverlo, he estado estresado últimamente.

-Esto no es solo por un caso y lo sabes. Quiero ayudarte Damián, en serio quiero hacerlo, pero tienes que dejarme hacerlo, por favor

-Es por todo, en realidad es por toda esa mierda. Ayúdame Louis, ayúdame porque siento que me estoy hundiendo y todavía no he empezado a vivir la vida.

-Lo haré, estaré contigo en cada paso, eres mi hermano, no te dejare solo Damián. Este no es un amor sano y lo sabes, no está bien que te sientas miserable y hecho mierda, el amor no debe ser así.

-Y ¿Qué mierda supones que haga? Perdí al amor de mi vida, y lo peor de todo, es que mi mayor miedo se está cumpliendo otra vez, me estoy perdiendo, destruyendo a mi mismo

-Y ya es suficiente Damián. Tienes dos caminos, tú eliges. El primero es quedarte aquí lamentando un amor que solo te corta las alas, sufriendo y destruyendo todo lo que te rodea por esa mierda, o, continuar con tu vida, elegir ser mejor ser humano, vivir y disfrutarla al máximo, lograr grandes cosas en la vida, eres tan joven para quedarte sufriendo toda la vida, tienes una maldita puta vida por recorrer, con derrotas y victorias pero no podrás conocerlas si decides quedarte en el vacío. El error de todos como jóvenes es pensar que la vida termino solo porque un amor no supo amarnos con la misma intensidad que nosotros lo hicimos. La vida sigue y la vida es hermosa, siempre se sale de la mierda, solo es tu decisión si quieres hacerlo o no.

Una razón para quedarme. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora