Un Idiota

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He salido de terapia no se si están funcionado pero por el momento únicamente me estoy intentado abrir, creo que en el futuro vendrán las terapias reales, necesitaba abrirme con alguien y bueno si estaba pagando tenía que aprovecharlo.

—Doctor, yo necesito saber que tengo que hacer para dejar el miedo atrás, no soporto esta situación.

—Se necesita de mucho para lograr eso, ten confianza por una vez en la vida y deja fluir las cosas a su manera, confía una vez más.

—Ya no quiero confiar siento en la espalda la decepción, la traición.

—Y seguirá temiendo por eso hasta que llegue el día que ponga un alto, poco a poco, eres un buen hombre nunca olvides eso.

Supongo que es lo más que puedo rescatar de las terapias hasta el momento, yo si soy un buen hombre aunque ni si quiera yo mismo me sienta así. 

Al día siguiente me encontraba con Louis en su oficina, trabajando como siempre.

—Nos reuniremos con nuestra cliente para ver sus posibilidades, sus deseos y veremos qué podremos lograr con todo esto. ¿Leíste todo el caso?

—Sabes que si, nunca me presento sin leer e involucrarme en todo.

—Genial. Kris se ira el domingo , ya tiene que regresar a casa y eso me entristece hermano.

—Me imagino que si, entonces tienes que aprovechar el tiempo con ella Louis, hagan algo, diviértanse antes de que se vaya.

—Si eso haré, ¿Qué nos recomiendas hacer por último aquí en Mexico?— me quede pensando varias cosas.

—Puedes llevarla a subir el cerro de la silla, es algo muy entretenido pero probablemente se van a cansar.

—Lo tomare muy en cuenta. ¿Tú que harás este fin?—

—No lo sé, quizás vaya a jugar béisbol con los del equipo, ya veremos.

—Al menos sabes de buenos deportes, ¿Recuerdas cuando fuimos? Atrapaste la bola maldito suertudo.

—Estaba destinada para mi no seas envidioso y ridículo— comenzamos a reír.

—Ven a cenar esta noche a la casa para despedirla como debe ser. Te esperamos a las 8, no llegues tarde.

—Genial, te veo en tu casa boss— salí directo a seguir trabajando.

Así pasaron las horas y parte del día, Roberto e Ignacio estaba en un caso con Gustavo y se invertían todo el tiempo, eso me agradaba porque tenía la oficina sola sin más y podía disfrutar del silencio y de la limpieza. Decidí quedarme más tiempo y avisar a casa que llegaría algo tarde. Luego de horas me encontraba con Kris y Louis en el departamento hablando, mientras ayudábamos con la cena. Unas copas de vino y unas pláticas lo eran todo.

—Ni tuve tiempo de decirte que pospuse la cita de la fusión para el lunes.

—Nombre gracias por avisarme a tiempo, estuve por poco de regresarme ahorita a la oficina para la reunión— le respondí sarcásticamente, a lo cual todos reímos.

—Bueno de nada, sígueme para más citas a tiempo— que idiota era. —Miranda mandó saludos, te extraña.

—Miranda, Miranda no sabes las enormes ganas que tengo de verla y platicar con ella, la ciudad no es la misma sin ella— dije recordándola. Kris posó su mirada en mi.

—Claro que no, la ciudad no es la misma sin alguno de nosotros.— tomamos asiento y comenzamos a cenar con un buen vino.

—La verdad es que estas semanas las he pasado genial Damián, gracias por mostrarme un poco de tu bella ciudad y país, es un lugar divino del cual me costará desprenderme— me dijo Kris

Una razón para quedarme. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora