Fiesta II

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Después de una noche buenísima en donde desperté mejor que nunca, decidí no hacer ejercicio, quise darme un día de descanso.

—Damián es hora, vamos—entra Omar y salimos juntos. Nos encontramos afuera de la habitación de Camila, tenemos una rebanada de pastel y las mañanitas. Entramos y sigue dormida, comenzamos a cantarle las mañanitas y poco a poco se despertaba feliz, está bien greñuda per hermosa, está feliz de que todos estemos aquí con ella.

—Feliz cumpleaños princesa.— gritamos todos. —Sóplale y pide un deseo mi amor.— Ella nos hace caso y sopla las velas, la llenamos de besos y abrazos todos.

—Te amamos todos Camila, eres la mejor hermana del mundo, verdad chicos?—nos pregunta Carlos y me alegro que ya se lleven mejor.

—La mejor del universo. Felicidades chaparra, te amo con todo mi corazón.— le digo mientras la abrazo y me abraza más fuerte. —Eres la niña más bonita.

—Gracias por celebrarme papi, mami y hermanos son la mejor familia del mundo, los amo mucho.— Estaba demasiado feliz, ella es la alegría de la casa.

—Ven mi amor, te preparamos tu desayuno favorito.— Bajamos al comedor y desayunamos en familia, yo me sentía tan feliz de estar aquí con ellos.

La mañana fue ligera pero apresurada, llegaron mis abuelos y unas tías para ayudar con la comida, la casa estaba llena. A mi y a mi papá nos traían de choferes, llevando cosas para la palapa y regresando, estuvimos muy ocupados.
Luego de unas horas nos fuimos a arreglar, me viste algo presentable, siempre me gustaba verme bien.

Después de vestirnos, mamá salió con Cami vestida de princesa, muy bellísima. Para lo que le va a durar el vestido, querrá meterse a la alberca pero ella quería usarlo y sus deseos son órdenes.

—Mis ojos ven a la princesa más hermosa del mundo, estás preciosa.

—Gracias Dami, también te ves bien.—corrió a abrazarme, es bueno porque eso quiere decir que ya me disculpo por ser un idiota. —Todavía estoy molesta contigo.— Bueno eso pensaba

—Ya es hora de irnos, vámonos, los demás ya están en la camioneta.

—Yo los alcanzó en el auto, tengo que hacer algo antes de ir.

—Esta bien Damián, llega temprano.— se despiden de mi y salen.

No había nadie en casa, arreglé el regalo de Cami y lo coloqué en su habitación para cuando regresáramos. Después salí directo a la palapa, cuando llegue todo estaba muy lindo y adornado, la familia en general estaba aquí, así como las amigas de Camila y sus papás. Comencé a saludar a todos, los niños jugaban en los juegos, otros en la alberca, los adultos se divertían a su manera en el rincón, simulando que no beben. Por fin pude darla una fiesta como se merece mi hermana y mi familia.

—Muy hermosa fiesta

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—Muy hermosa fiesta. Se que tú estuviste detrás de todo hermano.— me encontraba entrando a la palapa después de ir por bebidas con Manuel,

—Sabes que quiero darles la vida que merecen, y algún día lo haré, te lo prometo.

Una razón para quedarme. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora