¿Un paso delante o atrás?

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Ha pasado varios días y bueno no solo yo tengo revuelto los pensamientos y sentimientos, sino también veo algo complicado la situación de mi hermano y en parte también del idiota de Louis que se está comportando raro.

—Que onda bro, ¿Cómo estás?— llegue entrando al cuarto de Omar, quien estaba ejercitándose.

—Hey Damian, pásale. Todo bien, ya sabes aquí fregándole.

—Si ya veo wey y me da gusto. ¿Cómo vas en la preparatoria?—

—Todo bien, aunque me fastidia mucho, pero bueno tengo que ir— dijo riendo. Parecía algo tranquilo así que me relaje.

—Excelente, ya sabes que siempre que podamos estudiar debemos hacerlo. ¿Cómo vas con tu novia? ¿Todavía andan?

—Ya se hermano. Y si de hecho, aunque hemos terminado y regresado varías veces, oye las mujeres si que son difíciles.

—Ay mijito y eso que te falta mucho por conocer. Ánimo, ánimo. Solo recuerda siempre respetarla y cuidarla, ¿entendiste?

—Ni que lo digas Damián, créeme que si algo tengo claro es el respeto.

—Bueno wey. ¿Si sabes cómo nacen los bebés?

—Ay no tú no Damián. Claro que se, he hablado con papá varías veces.

—Bueno no está de mal hablarlo una que otra vez. Aún eres joven estás chico, tienes casi 17 años pero de igual forma es necesario hablar sobre esos temas.

—¿Qué tienes para decirme?—aunque fuera algo incómodo hablar sobre sexo, tenía que hacerlo.

Así que durante la próxima hora me la pase hablándole sobre el embarazo, los métodos anticonceptivos y sobre las enfermedades de transmisión sexual. Una vez lo hablé con Edgardo y ahora le tocaba a Omar, y aunque eso no significaba que estaba bien tener relaciones a su edad, es mejor que sepan.

—¿Todo eso? Wow es impresionante toda la cantidad de información que sabes.

—Bueno, solo te digo lo que se y lo que he investigado, todo de fuentes confiables.

—Estás cabrón Damián— dijo riendo. —¿Te puedo hacer una pregunta? Aunque por lo visto es tonta.

—Haber, suéltala menso— dije con seguridad.

—¿A qué edad perdiste tu virginidad?— que pregunta más loca.

—No te diré— le dije riendo. —Lo único que puedo decirte es que siempre fui responsable al cuidarme, al cuidar a mi pareja y siempre con el respeto hacia su persona. Nunca olvides que antes que tus necesidades, esta brindar la comodidad, seguridad y el respeto  a tu pareja, si eso no existe, entonces tú no eres bueno y no hiciste las cosas bien.

—Eres un verdadero caballero hermano, voy a tomar tus grandes consejos que también los he escuchado de papá. Se nota que los sigues al pie de la letra.

—Así debe ser siempre Omar. Y recuerda que cualquier cosa que necesites estaré para ti siempre hermano. Puedes confiar en mi y también contar para cualquier cosa.

—Muchas gracias Damián, en serio valoro mucho lo qué haces por la familia, se que ayudas mucho y siempre has sido un gran ejemplo para nosotros, eres el mejor.

—Siempre lo seré para ustedes y estaré para cada uno. Sin importar el tiempo, la distancia, las circunstancias, siempre, estaré para ustedes, siempre— le di un fuerte abrazo como nunca.

—Gracias hermano, te pasas de genial— luego de un par de cosquillas y peleas, me dispuse a levantarme y salir del cuarto.

—Omar, quiero que sepas una cosa— me acerqué a él. —Estoy muy orgulloso de ti, del increíble joven que eres. Quizás pienses que por mi trabajo o mis asuntos, yo no les pongo atención pero se equivocan, porque aunque no lo diga siempre velo por ustedes, estoy siempre al pendiente de todos. Y para mi es importante que sepas que te quiero mucho wey, que te admiro y quiero que seas un buen hombre. Y sin importar que el mundo se venga encima y te de la espalda, debes de saber que yo NUNCA te daré la espalda, porque somos familia y para mi la familia es sagrada— parecía enternecer su corazón frío pues sus ojos se debilitaban, al igual que los míos.

Una razón para quedarme. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora