Una razón para quedarme.

Aniversario & Confesiones

Las cosas en el despacho han ido demasiado rápidas, solo había un evento importante y era la celebración del primer aniversario del despacho y lo mejor es que sería mañana. Con muchos nervios ha estado Louis y Miranda, he ayudado un poco pero sabemos que ella tiene todo bajo control. Nosotros hemos querido poner de nuestra parte pero ella no nos deja y bueno lo único que nos pidió para que la dejáramos de molestar fue comprar el alcohol, y bueno nos hemos encontrado en una licorera, esperando encontrar todo.

—¿Qué más estás buscando? Ya encontramos todo lo que pidió Miranda.

—Falta una botella especial, ven sígueme para que aprendas de buenos vinos.

—Si lo que digas, haber— comenzamos a ver variedad.

—Este es el ideal, pero como es especial sólo será para brindar Miranda, tú y yo— se miraba muy elegante y delicioso.

—Excelente. Se mira muy mamón pero valdrá la pena probarlo.

—Claro que si, verás que te va a gustar. Y por mientras sígueme— lo acompañe. —Unas buenas cervezas para nosotros.

—Venga Louis ahora si nos vamos entendiendo con pura cerveza— le dije riendo.

—Nada más digo cerveza y mira tu cara, te emocionas bobo.

—Cerveza y tequila mis favoritos siempre, pero bueno excelente decisión.

—Y yo de mamón pidiendo whisky, bueno algo teníamos que tener diferente.

—También me gusta, pero si me das a elegir siempre será cerveza y tequila— le confesé riendo.

—Listo, vámonos— terminamos de comprar y salimos directo a su departamento. —¿Qué cenamos?

—Unas buenas hamburguesas, vamos Louis se que podemos hacerlas— le comenté riendo, guardamos las bebidas y comenzamos a sacar los ingredientes para cocinar. Ambos estábamos haciendo un buen equipo cocinando al ritmo de los Invasores de Nuevo León.

—Y vuelvo a decirlo me encanta la música mexicana.

—Tenemos de todo, sin necesidad de irte a otros países. Pásame la carne— me la entrego y cocinando y bebiendo cerveza.

—Te he notado muy feliz estos días, bueno más relajado y tranquilo. ¿Cómo van las terapias?—

—Van bien, todo tiene un inicio y bueno en cierta manera me esta ayudando, más que nada en el comportamiento personal.

—Pues me alegra porque si te noto un poco diferente— me dio una sonrisa pícara. —¿Como te ha ido con el caso de tu padrino?— que pésimo era para fingir conversaciones.

—Te quiero pero eres un asco para sacar información, nada discreto— le dije riendo.

—En serio estaba haciendo una pregunta con respecto al caso— se defendió.

—Lo que digas wey, ¿Qué quieres saber?— este parecía más chismoso que nada.

—Solo quiero saber, ¿Por qué de pronto la maestra Melanie  y tú dejaron de odiarse? ¿Acaso es un delito preguntar eso?— me dijo riendo.

—Interesante pregunta don chismoso. Bueno aquella vez que fuiste a la casa, fui a verla y pedirle una disculpa por todo, hablamos y congeniamos bien, estamos siendo muy buenos amigos y eso está bien. Incluso ayer estuvimos juntos y con su hija, aunque no fue planeado la pasamos bien, no sabes Louis su hija es un amor de niña, derretía mi corazón por segundos, es la más linda e inteligente que he conocido. Y ella es una asombrosa mamá, ha pasado por mucho ella sola y aún más la admiro— le dije recordando todo, era inevitable que una sonrisa saliera durante mi platica. Louis quería reír.