Una razón para quedarme.

Abogado & Detective

Llegó el día en que mi hermano oficialmente tiene novia y me siento muy feliz por el. Es increíble que tanto Omar como Edgardo ya tengan novias, los veo salir al cine con ellas o a pasear y me genera un poco de ternura, están experimentado el amor y aunque son hombres creen que durará mucho tiempo, y eso está genial que lo aprovechen.
Les mentiría si les dijera que no la extraño porque no es así. De hecho cada vez la extraño más, sus labios, su sonrisa, su carita, su risa divertida, extraño todo de ella y aunque el dolor ya es menos yo la seguiré queriendo para toda la vida, tal vez en otra vida podamos ser lo suficientemente maduros para estar juntos o el futuro ya dirá. Creo que aquí es cuando se refieren cuando te enamoras de verdad, no puedo odiarla aunque lo intente no puedo, solo me quedan ganas para quererla y a pesar de tener las razones suficientes para odiarla es imposible. Desconozco lo que esté haciendo de su vida este tiempo, pero me alegraría si sigue aceptándose a sí misma, verla toda poderosa me mataría de felicidad. Por mi parte estoy trabajando en mi, haciendo cosas buenas, trabajando mucho en la oficina, me eh esforzado tanto que todos en el despacho lo han notado, quiero demostrar que no me regalaron nada solo por tener una amistad con Louis y Miranda.

-Hey Damián, tenemos un caso, ¿Quieres ser mi colega?

-Por supuesto Gustavo, ¿De qué trata?

-Marisol Cienfuegos está siendo acusada injustamente de tráfico de información confidencial por la compañía PV&S Fax- me entrega los documentos. -Lee el caso, haré unas llamadas y después vendrá a vernos- me retiro a mi oficina y después de saludar a los chicos comienzo a leer el caso, tenías mi dudas sobre si era inocente pero todo abogado debe creer en su cliente, me remetí a guárdame mis pensamientos no dejaría que eso afectara mi perspectiva sobre la verdad. Lo leí varias veces para entenderlo. Los chicos se fueron al juzgado y yo seguía intentado entender todo.

-¿Te agarro ocupado Damián?- se acerca Rebeca

-Estaba terminando de leer un caso. ¿Qué sucede?- Adelante, toma asiento.

-¿Es el caso de la señora Marisol? Lo estuve leyendo está un poco complicado.

-Pienso lo mismo, lo he leído varías veces, realmente la quieren culpar por esto, Gustavo llamaría a la fiscalía para hacer un trato, ellos quieren encerrarla siete años, pero tengo entendido Gustavo le consiguió aceptar la culpa y 1 año de prisión.

-¿Pero y si es inocente? Tienen que hacer algo para comprobarlo Damián, no la pueden aventar de un barranco por un crimen que no cometió, es su cliente.

-Hacemos lo mejor para ellos, pero de igual manera seguiremos investigando, la fiscalía quiere meterla presa ya, es por eso que necesitamos su decisión.

-Ojalá puedan resolver el caso, y hacer justicia con  los verdaderos culpables.

-Lo haremos, tranquila. Ahora si, ¿Qué querías decirme? ¿Sobre Roberto?- sonrío porque el lleva coqueteándole todo este tiempo

-Roberto es un idiota. Le coquetea a toda persona que tenga vagina, casi nada.

-Y hasta creo que es una ofensa para las vaginas- digo riendo y ella igual.

-Nunca estaría con un hombre como él, no es suficiente una mujer en su vida, solo las lleva a la cama y adiós, y oh querido yo no soy así.

-Bueno que te puedo decir, no se que decirte.

-No tienes cómo defender a tu amiguito eh jaja esta bien Damián- comenzamos a platicar y llegó un mensaje diciendo que la cliente ya estaba con Gustavo, así que nos despedimos y me dirigí a la oficina de él, ahí estaban los dos y cordialmente saludé.

-Buenas tardes Señora Marisol, soy Damián Navarrete, colega del abogado.

-Hola buenas tardes abogado- la estuvimos escuchando mientras nos contaba su historia, supimos que escapó y volvió a la empresa queriendo demostrar su inocencia. Al final se retiró.