No he podido dormir suficiente esta noche, solo pensando en que la tengo a metros de mi, pero no puedo tenerla. Despierto y tomo una ducha, solo quiero escapar de aquí. No se como podré enfrentar estas últimas semanas aquí. Después de horas salgo de mi habitación y casualmente la encuentro saliendo de su habitación, tenía su mirada triste, pareciera que se quedó llorando toda la noche, y a mi eso me partía el alma, porque quería ir corriendo a abrazarla y consolarla y sus ojeras que se distinguen a lo lejos.
-Buenos días- decimos al unísono. No tenía más palabras que esas, bajo las escaleras y me despido de Lucia e Ignacio, les dije que iría al gym y al trabajo de paso. Lleve en otra maleta mi traje, quería estar lo más lejos posible. Estaba haciendo mis rutinas y cuando termine fui al las regaderas, cuando alguien entra y cierran la puerta con llave, cuidadosamente me coloqué la toalla y salí, me imagine a todos menos a ella aquí.
-Tomaste una decisión, ¿Cierto?- se acerca a mi con lágrimas en los ojos
-¿Tu al menos tomaste una decisión?- me acerco poco a poco a ella
-Estuve pensando en todo, analice todo, Damián- susurra y mi corazón tenía un poco de esperanza
-No se si podremos soportar lo que venga, tú eres joven, algún día yo envejeceré y tú tendrás el deseo de estar con mujeres jóvenes.
-Deja las malditas excusas, cuando realmente se ama se enfrentan a todos-
-¿Por qué insistes en querer irte? Tan difícil es quedarte aquí, por qué quieres complicar todo?
-Basta. No voy a seguir con esta conversación estupida, desde el primer día te di mis malditas razones- me volteo y comienzo a recoger mis cosas. -Yo estuve dispuesto a dejarlo TODO por ti, pero me di cuenta que el único que ah amado soy yo.
-Claro que también te amo, y te lo he demostrado.
-Quizás si me amas, pero no con la misma intensidad que yo lo hago. No dudo de tu amor, dudo de tu capacidad de entender el gran amor que siento por ti.
-Entonces has tomado una decisión..- comienzan sus lágrimas a aparecer
-Creo que todo se acabó. Se acabaron las ilusiones falsas, es hora de despertar de este sueño Danielle- digo firmemente pero con todo el dolor de mi corazón.
-Así no puede ser nuestro adiós, no así mi amor, no cuando nos amamos completamente- se acerca a mi y me abraza llorando
-Estoy de acuerdo, nos merecemos más que una despedida en un maldito baño de gym- levanta su rostro para mirarme, comienzo a acariciar sus mejillas. -Dame nuestra última noche juntos, mi ángel- con lágrimas en los ojos de lo pido
-No se si pueda soportar- me dice llorando
-Entiendo. Gracias por todo mi ángel- recogí mis cosas y me fui hacia la salida
-No se si pueda soportar esta despedida. Lo ideal es despedirnos como merecemos, con todo el amor que hemos sentido- volteo y me quedo sumergido en lo que acaba de decir.
-Escápate conmigo este fin de semana. Vámonos a San Antonio, vamos a despedirnos como debe ser- me acerco a ella y la abrazo fuertemente, no quiero dejarla ir.
-Acepto, quiero recordarte para toda la vida- No me esperaba que sucediera estos entre nosotros, ni si quiera se si lo que haremos es cuerdo, solo se que quiero hacer el amor con ella, la necesito, aunque sea por última vez. La atraje a mis brazos nuevamente y bese su frente.
He terminado por el día de hoy con las nuevas conferencias, durante el transcurso del día redacté varios documentos con Miranda, otra maravillosa mujer a la cual admiro y respeto mucho. Le conté a Louis de lo que quería hacer y me ofreció su ayuda, le diría a Ignacio que estaría con el todo el fin de semana, mientras que Danielle le pidió ayuda a Kris y les comunico que tendrían que salir a otra conferencia. Solo llego a casa y si, efectivamente Mateo es otro con los niños, juega con ellos, los mima, los abraza. Me ha costado verles juntos, pero estoy tratando de entender todo. Los días pasaron rápido y el fin de semana llegó cuando menos lo espere. Hable con Ignacio y Lucia, les inventé que estamos en un caso muy importante y Louis necesita que le ayude a buscar información, me creyeron todo. El viernes por la tarde me despedí y me encontraba en camino a San Antonio, el chofer de Louis me llevo. Son dos horas así que es rápido el camino, estaba muy nervioso, era como mi primera vez, y ni así estaba tanto. Me encargué de reservar el mismo hotel y la misma habitación en donde la sentí tan mía que ni la muerte nos podría separar, habitación 233. Estaba en el lobby esperando que llegara, por un momento pensé que no llegaría, que se arrepentiría, pero todo cambio cuando la vi entrar, tan hermosa y más hermosa que nunca, la observé y no podía creer que esta noche sería la despedida, no quería perderla, pero al final como dijo Louis, el amor no es suficiente. Pasó de largo y la seguí, ambos sabíamos que iba a suceder esta noche, y hacia donde iríamos. No hacían falta palabras, solo éramos nosotros dos y nuestras miradas.
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Una razón para quedarme.
RomansSoy de los que piensan que existen grandes amores que marcan la historia de tu vida. Uno puede ser tu perdición y otro tu salvación. Dicen que en el corazón no se manda y estoy de acuerdo. Si uno eligiera de quién enamorarse todos seríamos felices y...