Ha sido una larga semana, he estado rodeado de tanta información, contratos, investigación, y eso que todavía no termina. He rendido dudas acerca de los casos que estamos llevando, estos dos casos cada vez se complicaban más. Y luego por otro lado están las terapias que a pesar de iniciar, me hacen volver al pasado y eso me hace sentir un poco extraño.
Hice mi rutina mañanera de todos los días, algo de ejercicio y estar con la familia. La mañana la pasé buscando información del abogado contrario, haciendo algunas llamadas y realizando algunas declaraciones fiscales. Mi mamá me llamo para que fuera por ellas, papá no pudo ir, así que recogí mis cosas y tomé mi hora de comida para buscarlas, al llegar tuve que estacionarme y entrar a buscarlas. Estaba concentrado en el teléfono cuando algo llamo mi atención, al parecer era la Melanie quien cargaba con globos y rosas, apenas podía y eso me hacía gracia.
—Damián que bueno que ya llegaste, ya casi nos vamos, hazme un favor, ayuda a la maestra de Camila a llevar todo a su auto, por favor. Yo ahorita vengo, tengo que imprimir algo— me ordeno y salió directo a la dirección. Me acerqué al salón en donde se encontraba lidiando con todo en la banca fuera.
—Permíteme ayudarte por favor— le dije sonriendo, quitando las rosas de sus manos.
—No gracias, estoy bien, no necesito ayuda— seguía siendo algo amargada.
—Melanie, por favor— sostuve fuerte. —Déjate ayudar de vez en cuando— volví a decir fuerte a lo que me sonrío.
—Está bien, tienes razón— me abrió paso y tomé los globos y el ramo de rosas. Cargue todo y game dirigió hacia su camioneta, abrió la puerta trasera y coloqué dentro todo. —Aún hay más cosas, pero yo puedo traerlas— dijo segura de sí misma.
—No dudo de tu fuerza, pero estás embarazada, déjame hacerlo. Vamos— le sonreí y regresamos al salón, al entrar vi cajas de regalos, cartas, más rosas y globos. —Wow vaya que buena fiesta.
—Una sorpresa de mis niños y padres de familia, igual de mis compañeros.
—Pues si que te aprecian eh— tome todo lo que pude y lo lleve a su coche. Regrese por lo demás y ya tenía todas sus cosas recogidas.
—¿Quieres ayuda con tu bolsa?——Oye tranquilo tampoco soy manca— dijo riendo y no pude evitar seguirle. —Es todo, vamos— salimos y coloqué todo dentro, más o menos acomode todo. —Muchas gracias por tu ayuda, en verdad.
—De nada, no fue nada. ¿Estuvo buena la fiesta?— pregunte curioso por tanto detalle
—Fue mi despedida— me quede en shock y ella notó eso. —Ya tomare mi incapacidad por maternidad— dijo riendo.
—¿Ya? ¿Tan pronto?— incluso yo mismo me sorprendí.
—Como puedes ver falta poco, ya llegó mi permiso y es hora de ir a descansar para esperar a esta princesa— sonrío tocando su panza, hoy se miraba muy linda.
—Wow si entiendo. Entonces— fue lo único que dije algo apenado.
—Entonces—continuó diciendo igual que yo, hubo un momento "incómodo"? No sabíamos que más decir.
—¿Eso significa que ya no nos volveremos a ver?— pregunte dudoso riendo.
—Tampoco es como si me hubiera a mudar de país— dijo riendo. —Pero si, efectivamente al menos estos meses— sentenció con muecas algo nostálgicas.
—Te deseo lo mejor, espero que todo salga bien con su bebé, y sean muy felices.
—¿No me digas que me vas a extrañar peleando contigo?— pregunto riendo
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Una razón para quedarme.
RomanceSoy de los que piensan que existen grandes amores que marcan la historia de tu vida. Uno puede ser tu perdición y otro tu salvación. Dicen que en el corazón no se manda y estoy de acuerdo. Si uno eligiera de quién enamorarse todos seríamos felices y...