No estás sola.

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Los dos meses pasaron rápido, en la oficina era un caos todos los días sin la presencia de Louis o Miranda. Mientras que Alonso trataba de organizar todos los casos y asignarlos al departamento correspondiente con los abogados que debían atenderlos, su mano derechos Gustavo le ayudaba pero también tenía que dedicarse a otros asuntos legales de la ayuda de sus tres novatos Ignacio, Roberto y Damián. Lo cual funcionaba a la perfección pues siempre sacaban el trabajo a flote, trabajaban con tanta rapidez y agilidad que pronto ya les asignaban casos a ellos mismos, bueno a Ignacio y Roberto por la experiencia pero Damián influía mucho en las investigaciones.

Louis Hartman

Hola idiota. Necesito que vayas a mi departamento por la noche, cuándo estés ahí márcame ocupo que consigas unos documentos. Adiós.

Ok. ¿Cómo está Miranda?

Tranquilo ella está bien. Gracias por preguntar por mi también eh.

Contigo tengo contacto. No me interesa saber de ti más de no normal.

No me extrañes tanto. Chao cuídate.

Terminó riendo ante el intercambio de mensajes con su mejor amigo.

—¿Cómo está Miranda? ¿Has sabido algo de ella? Tengo literal desde que nació Ari sin verla

—La verdad no tengo idea preciosa. La última vez que la vi fue después de la fiesta de compromiso, después ya no más.

—¿Y eso es extraño?

—¿Cómo?

—Si, o sea, ¿Ella acostumbra a irse por mucho tiempo?

—Bueno a veces si. La verdad es que ella es socia mayoritaria del buffet más importante en Houston.

—¿Louis no?

—Louis solo es socio. Ella tiene más acciones que él así que por lo mismo tiene más responsabilidades. ¿Nunca te explico eso?

—Hablamos poco de ella y más de mi.

—¿Y eso?

—Bueno no se, supongo que así pasó.— dijo aferrándose más a sus brazos.

Habían terminado de tener sexo que los dejo rendidos de tanto cardio que hicieron, al final solo sexo placentero.

—Oye amor, hace meses me dijiste sobre lo que falta para el colegio. ¿Cómo van los documentos?— cuestionó dudosa.

—No he tenido ninguna llamada, al parecer están en proceso todavía.

—Lleva demasiado tiempo. Prácticamente un año, eso me parece demasiado.

—Te explique que es un procedimiento tardado, si cualquiera pudiera fundar un colegio todos tendrían uno.

—Lo se Damián. Estoy ansiosa, aunque hemos detenido algunas cosas se que está avanzando, lento pero avanza.

—Eso ya no es cuestión mía hermosa pero para que estés tranquila hablaré y presionaré para conseguir lo que falta.

Una razón para quedarme. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora