Después de una noche casi sin poder dormir, veo el sol a través de mi ventana. Me quedo en mi cama un buen tiempo hasta que escucho el ruido de mis hermanos peleando, vaya ya extrañaba estas peleas matutinas, tocan la puerta y les digo que pasen.
-Buenos días campeón, ven a desayunar te hice tu desayuno favorito- mi hermosa madre se acerca a mi y se sienta en la cama, no puedo tener a más bella mamá. -¿Ya no haces ejercicio? Siempre te levantas temprano-
-Se me quitaron las ganas- le sonrío. -Ahora bajo mamá, gracias por ser la mejor- me sonríe tiernamente y baja la mirada
-¿Qué harás hoy? Saldrás con tus amigos? Han preguntado mucho por ti estos meses.
-No tengo ganas de salir. Me quedare aquí en casa, quiero descansar, ordenar todo.
-¿Por qué de un tiempo para acá dejaste de hablarnos frecuentemente? Al principio hablabas todos los días, luego yo entiendo que tenías trabajo hijo, pero cuando hablamos eras otro, durabas menos de 5 minutos, ¿Debo preocuparme?- me dice acariciando mi cabello, odio hacerla sentir así de mal
-Fue el trabajo mamá. Los seminarios me cansaban y bueno la oficina igual, discúlpame por hacerlos sentir así de mal.
-Cuando naciste nos diste la alegría hermosa que una pareja puede experimentar, fuiste mi segundo grande amor, el mejor amigo de mi primer amor y prometí protegerte de todos, siento que estoy haciendo mal mi trabajo.
-No no, oye mamá- le digo sentándome en la cama. -Solo necesito descansar. He trabajado mucho, solo necesito dormir, yo estoy bien y estoy feliz de estar aquí con ustedes.
-Nosotros estamos feliz de que estes aquí hijo. Confieso que teníamos mucho miedo, miedo de que te fuera a ilusionar el mundo allá y que decidieras quedarte. Nosotros entendemos que ya no eres un niño, estás creciendo y pronto formarás tu propia vida, aquí o en cualquier parte del mundo, solo que es el miedo de todo padre, que su hijo se pierda en el camino por la lujuria del mundo.
Cuando dijo esto me quede pensando en que estaba siendo egoísta con mi decisión, yo simplemente iba a tomar la decisión de quedarme allá por Danielle, sin importarme mi familia, todo lo que iba a hacer por amor, pero ¿Quién no comete pendejadas por amor?
-Mamá no te voy a negar que me ilusiono el mundo allá. Pero Louis y Miranda me bajaron la nube que tenía, me hicieron sentar cabeza sobre la realidad, no todo es perfecto como lo pintan.
-Al parecer hiciste grande amistad con ellos, me alegra hijo.
-A pesar de la diferencia de edad compartimos una excelente amistad. Vendrán la próxima semana para empezar a trabajar, te los presentaré, a todos.
-Estaremos ansiosos de conocerlos. Ahora ven a desayunar, te cocine especialmente. Oye ya ni te pregunté, ¿estabas cómodo en casa de Ignacio y Lucia? ¿te llevaste bien con todos, su hija, sus nietos?- esta pregunta no la tenía esperada
-Gracias hermosa todo bien.. Oye ¿Irás al trabajo, es decir, saldrán todos?- se queda mirándome raro porque evite el tema, pero me sigue la corriente
-Damián, ya no sabes ni en qué mundo vives. Iré a dejar a tus hermanos a sus escuelas, y nos iremos a trabajar. Me gustaría quedarme contigo hijo.
-No mamá vayan. Olvide todo- rio.
-MAMAAAAAAAAA, Dile a Carlos que me de mi máscara o le voy a pegar- se escuchan los gritos de Omar, yo río por la situación.
-Bienvenido oficialmente a casa hijo- me dice riendo y se va
Bajo a desayunar están todos comiendo, saludo a mi papá y a mis hermanos, y comenzamos a hablar acerca de sus escuelas, sus actividades, trato de evitar mi viaje y todo. Con la familia sonriendo, y desayunando, que bella familia tengo.
-Ya nos vamos hijo, cuando salga de la escuela me vengo para acá, cualquier cosa que necesites llámame- me dice mamá mientras todos van por sus mochilas, me despido de papá y de todos y se van.
Me quedo solo en casa, justo lo que necesitaba, soledad por un momento. Subo a mi recámara, pongo algo de música de One Republic y comienzo a desempacar todo, guardo mi ropa en mi armario, mi calzado en su lugar, limpio un poco todo y cuando termino me quedo sentando en el sillón que tengo. Frente a mi tengo la carta, la observo por varios minutos, mis lágrimas sin querer comienzan a bajar, carajo, que difícil es alejarte de la persona que más quieres, los hombres también lloran. Me levanto y tomo la carta, la guardo en mi un cajón que tengo hasta abajo, encima pongo unos libros para que nadie la pueda tomar. Hace tiempo se me quitaron las ganas de hacer ejercicio, así que toda la tarde la pasé en mi habitación. No tenía humor ni ganas de salir, solo quería recuperar el sueño perdido. Es increíble que el sábado después de una noche divertida con Louis y Miranda, me haya enterado que mi ángel se volvió a entregar a él, de pensarlo me da un coraje, tristeza, dolor, ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué sabiendo que aún vivía ahí? ¿Por qué me rompió el corazón tan culero? Quiero odiarla, quiero enterrarla para siempre, quiero dejar de amarla, pero se que no será fácil y no creo dejar de hacerlo. Así es la vida, hay amores que te romperán el alma, te destrozaran la vida, y aún así, los tendrás en tu corazón. No porque ellos lo merezcan, sino porque tú aprendiste a amar realmente. Logro quedarme dormido después de tanto pensar y a lo lejos escucho una voz conocida y dulce.
-Hola Damián, ¿Estás dormido?- me acaricia el cabello mi dulce princesita
-Estaba, pero me despertó una princesa- sonreímos. -¿Qué pasó mi chiquita?- se sube a mi cama y se acuesta conmigo, yo la abrazo
-Es que te extrañe mucho, pensé que no ibas a volver nunca- hizo puchero
-Ya no me extrañes muñeca, aquí estoy y me quedaré mucho tiempo- le beso su frente
-SIIIIIII- grita de felicidad. -Oye Damián, verdad que tú no quisiste a ninguna niña allá?- la curiosidad e inocencia me derriten
-De una niña no. ¿Para que iba a querer a otra niña cuando mi favorita está aquí?.
-Me gusta mucho eso. Pero y niña grande?- Ah mi chiquita
-¿Cómo te fue en la primaria? ¿Te gusta la escuela?- le digo intentado cambiar de tema
-Me gusta mucho, aprendo mucho. Mi maestra es la más linda del mundo, es bonita y divertida, y nos enseña mucho- me dice entusiasmada
-¿Ah si? Me pregunto, que pensara ella de ti?- le digo riendo
-Me quiere mucho, igual a mi mamá. Bueno a mi mami la quieren mucho todos los maestros
-Le tendré que preguntar sobre ti pronto para ver si es verdad. Y si es verdad, ya tengo ganas de ver a todos los maestros- le digo entusiasmado
-Siiiiii Dami, yo quiero que vayas por mi a la escuela y la conozcas para que veas que si me quiere. Mi mamá trabaja mucho ahí y todos los maestros te quieren ver.
-Pronto hermosa, pronto, ven vamos a bajar- la cargo de caballito y bajamos a la sala, ahí están mis hermanos haciendo tarea y mi mamá cocinando
-Haz caso Carlos! Ah hijo, creí que estabas dormido, le dije a Cami que fuera por ti y se tardaron- me habla desde la cocina
-Si es que me estaba presumiendo que es la favorita de la maestra y puras mentiras- le digo y ella me da un zape
-Ah si, su maestra es nueva. Viene de otra escuela, y la quiere mucho. Sería bueno que fueras a la escuela, tu padrino querrá verte y los maestros también.
-No le sigas la corriente con mentiras mamá- digo riendo. -Dale, pero después yo les aviso cuando- me acerco y comienzo a ayudarle con la cena, mi papá llego y nos saludo a todos, se puso con mis hermanos con la tarea y yo ayudaba a mamá en la cocina.
Creo que esto era necesario, tenerlos cerca y conmigo para saber el valor de las cosas. Me alegra estar en casa después de todo.
ESTÁS LEYENDO
Una razón para quedarme.
RomanceSoy de los que piensan que existen grandes amores que marcan la historia de tu vida. Uno puede ser tu perdición y otro tu salvación. Dicen que en el corazón no se manda y estoy de acuerdo. Si uno eligiera de quién enamorarse todos seríamos felices y...