Ha sido la semana más larga que he tenido que pasar. Afortunadamente me recuperé de la gripe, no era casi nada. Continué con mis tareas laborales y seguí ayudando a Rebeca para su examen, me quedaba horas extras con ella para poder ayudarle mejor, no me molestaba al contrario quería ocupar todas las distracciones que tenga disponibles para evitar pensar en mis problemas amorosos.
El miércoles Gustavo y Louis viajaron a Guadalajara para solucionar la demanda, les di todos los argumentos y pruebas posibles, confío en que se encargaran de todo. Dijeron que volvieran para el fin de semana, así que quizás mañana vuelvan.
Las cosas en el despacho van bien, Roberto y yo nos ocupamos de solucionar el caso de Selly al final todo salió mejor, conseguimos vender el rancho y dividir las ganancias en partes iguales, finalmente entendieron que son hermanos antes que nada.
—Hola Damian, ¿Quieres ir a cenar a mi casa?— pregunto Miranda.
—Me parece genial, ¿Hora?—
—A las ocho y treinta estaría bien, te veo en casa, te haré de cenar.— soltó riendo mientras se iba.
Creo que esta es la oportunidad que tengo para verificar si sigue enamorada de Louis, algo en mi decía que tenía que hacer algo por estos dos, ¿Estaré haciendo bien? No lo sé, pero si ambos se quieren no veo el problema de que estén juntos, es mejor que Louis sea claro ahora con Kris, a en un futuro donde le haga daño con su falta de amor.
Continué con mis actividades laborales, también rápidamente estudie con Rebeca y finalmente terminamos la rutina. Tome mis cosas y salí directo a casa de Miranda, lo único malo de la ciudad es el tráfico en viernes y a esta hora, odiaba mucho esto pero bueno todo lo demás es genial.
Al llegar encontré a Miranda cocinando algo delicioso, le ayude un poco mientras reíamos y hacíamos los peores chistes del mundo, pero con un poco de alcohol creo que todos suenan divertidos. Tuvimos una gran cena que ambos disfrutamos, su hermana había salido a Texas así que estábamos solos. Luego de ello salimos a su terraza para tomar un poco de aire, y bueno también saco cigarros y bebida, creo que es el momento de hablar con ella.
—¿Cómo has estado?— le pregunté nervioso.
—Yo bien, al contrario yo debería hacer esas preguntas.
—No Miranda, ahora es mi turno. ¿Cómo te ha ido con el los asuntos del corazón?— al decir esto su expresión cambió rápidamente.
—Supongo que lo he olvidado por momentos, ahora estoy concentrada en el despacho, los casos, y algunos proyectos interesantes que tengo por hacer.
—¿Proyectos interesantes? Eso suena muy bien y espero que todo salga genial. Me alegra verte así un poco feliz.
—Tu tenías razón. Tengo que hacerlo para poder salir adelante, mírame disfrutando de la vida.
—Y eso es genial. ¿Te confieso algo? Fui de los que pensó que entre tú y Gustavo estaba pasando algo, fui muy tonto.— solté riendo esperando que entendiera.
—¿Gustavo y yo? Nada que ver, me gusta ser su amiga y eso hemos sido. Pero créeme que no fuiste el único, varios pensaron eso.
—Pues ¿Que te puedo decir? Nos dejamos engañar fácil por la complicidad que tenían.
—Deberían dejar de pensar que toda mujer que hace amistad con un hombre significa que están saliendo, tonto.— comentó riendo.
—Supongo que tienes razón. Lamento haber pensando eso, te ofrezco una disculpa.
—Disculpado Navarrete. La verdad es que creo que ningún hombre podrá ocupar su lugar.— dijo con un suspiro enorme.
—Dime una cosa, ¿Sigues enamorada de ese hombre?—creo que no pensaba que fuera a preguntarle esto pero luego de unos minutos contestó.
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Una razón para quedarme.
RomansaSoy de los que piensan que existen grandes amores que marcan la historia de tu vida. Uno puede ser tu perdición y otro tu salvación. Dicen que en el corazón no se manda y estoy de acuerdo. Si uno eligiera de quién enamorarse todos seríamos felices y...