Una razón para quedarme.

No le mientas a mamá.

💥POV Damián💥

Los días pasaron rápido después de aquella despedida y ese nuevo comienzo en mi vida. Al día siguiente mis papás salieron con ellos, yo en verdad hubiese querido ir pero no era lo conveniente, ¿para qué? Pensé que sería como traicionar a Melanie, confundir aún más mis sentimientos y no quería eso, así que evite esa reunión y centre mi atención en otras cosas.

Prefiero quedarme con el pequeño momento que tuvimos esa noche al cual recordaré y guardaré en lo más profundo de mi corazón, solo yo.

Era un nuevo comienzo, no puedo dejar que mi pasado se haga presente y menos luego de saber que ahora si ella es feliz, como siempre lo habría querido y aunque sea en brazos de alguien más, solo quiero verla feliz.

Fui a visitar a Miranda dentro de todo lo que estaba pasando ella estaba bien dentro de lo que cabe supongo, aunque note algo extraño en su mirar, pero entendía quizás porque el hombre que amaba se acababa de comprometer oficialmente. Lo entiendo.

Continué con algunos casos y demandas por hacer, quería centrar mi atención en mi futuro profesional y personal. Las cosas iban bien con Melanie, es cierto que mis sentimientos por ella siguen siendo los mismos, es una gran mujer que capturó mi atención y ahora más que nunca debería esforzarme por continuar con esto. Conseguí verla en las noches afuera de su casa como adolescentes, era algo divertido la verdad.

—¿Cómo están las niñas?— bese su frente.

—Increíblemente hermosas. Laila adora a Ari y eso me hace feliz.

—Me alegro mi amor, que bueno que la acepte y la adore.

—Tenía mucho miedo.—

—¿Miedo por qué?—

—Para toda mamá es un miedo que sus hijos no acepten a los nuevos integrantes a la familia.

—Uy entonces ya estoy jodido, ¿Crees que algún día me acepten las princesas?— me hice el dolido.

—Ay amor claro que si. Laila te conoce y le caes súper bien, de hecho el otro día me pregunto por ti.— beso mi mejilla.

—¿En serio? Tengo muchas ganas de verla y jugar con ella, aunque sea a las princesas.— solté riendo.

—Ya tendrán su cita de juegos, les tendré que organizar una a los niños.— bromeó.

—Y que haya pizza y jugo por favor.— hice puchero mientras reíamos. —No ya en serio amor, ¿Crees que me acepten como tu novio?—

—Pues es que yo no tengo novio.—

—¿Perdón? ¿Y yo que carajos soy?— me hice el ofendido.

—No he recibido ninguna propuesta de ningún hombre.— oh rayos sabía que había olvidado algo.

—Mierda.— murmuré pensativo. Ella se soltó a reír. —Arruinaste el momento, yo estaba esperando el correcto.

—Amor no necesitamos un momento correcto, solo hazlo.

—¿Ya ahora?—

—Bueno si no quieres no, tampoco te voy a obligar a nada.— se recargó en el asiento.

—Ah no señorita.— la acerque a mi. —Llegaste para darle un giro a mi vida y no quiero desperdiciar la oportunidad para ser feliz Melanie. ¿Te gustaría ser mi novia?— guardo silencio por varios segundos largos.

—Si quiero.— soltó su típica sonrisa y me dio un cálido beso, podía saborearle cómo quería.

—Me gustaría hacer las cosas bien amor, no quiero andarme escondiendo.