Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]

7.

Amélie Larsson.

Entre al aula y para mi favor, el profesor Lupin no se encontraba. Fui y me senté alado de Goyle, mientras esperábamos que llegara el profesor.

—¿Dónde estabas?—me preguntó el sacando su libro.—Pensé que no llegabas a la clase.

—Malfoy me retuvo antes.—expliqué el me vio intrigado.

—¿Malfoy? ¿Por qué?

—No lo se, me empezó a reclamar que no me quería cerca de Weasley.—hice una mueca, la puerta se abrió de nuevo pero era Malfoy quien había llegado, camino hasta nosotros y se sentó en la mesa de alado junto a Crabbe.

—¿De Weasley?—pregunto a lo bajo para que Draco no escuchara, yo asentí—Ja, se puso celoso.

—Claro que no—me reí.

—Lo conoces muy bien al igual que yo.—murmuro y me guiño el ojo, por fin había llegado el profesor así que todos guardamos silencio.

—Buenas tardes.—dijo,— ¿Podrían por favor meter los libros en a mochila? La lección de hoy será practica. Solo necesitarán sus varitas mágicas.

Volteé a ver a Goyle quien también me miró con curiosidad recogimos nuestros libros guardándolos en la mochila.

—Bien—dijo el profesor Lupin—Pueden seguirme por favor...

Todos nos levantamos con algo de interés y curiosidad, salimos del aula siguiendo al profesor Lupin. Nos condujo a lo largo del desierto corredor, dimos vuelta en una esquina. Nos condujo por otro corredor y se detuvo en la puerta de la sala de profesores.

—Entren, por favor—dijo el profesor Lupin abriendo la puerta.

—Si es un examen, ya reprobé.—dijo suspirando pesadamente Goyle.

—No creo que sea un examen, Goyle.—lo miré y solté una risita,—Y si es así, estamos acabados.

—¿De qué hablan?—preguntó detrás nuestro Crabbe, Draco nos dio una mirada por el rabillo de su ojo caminando.

—Goyle cree que nos hará un examen sorpresa.–expliqué viendo cómo Crabbe abría sus ojos aún más.

—¿Un examen? No estudie.

—No creo que sea un examen.—repetí dándole una mirada al rededor.

En la sala de profesores, una estancia larga, con paneles de madera en las paredes y llena de sillas viejas, no había nadie salvó un profesor. Snape estaba sentado en un sillón bajo y observó a la clase mientras los demás entraban. Cuando el profesor entró y cerró la puerta Snape dijo:

—Déjala abierta, Lupin. Prefiero no ser testigo de esto—se puso de pie y se aproximó a nosotros pasando de largo. Ya en la puerta de giro sobre sus talones y dijo—;Posiblemente no le haya avisado nadie. Lupin, pero Neville Longbottom está aquí. Yo le aconsejaría no confiarle nada difícil. A menos que la señorita Granger le esté susurrando las instrucciones al oído.

Neville se puso colorado. El profesor Lupin había alzado sus cejas.

—Tenía la intención que Neville me ayudara en la primera fase de la operación, y estoy seguro que lo hará bien.

Snape no dijo nada, torció el gesto pero salió de la sala dando un portazo.

—Ahora,—dijo El profesor Lupin llamando la atención de todos. Había un armario viejo, en los que los profesores guardaban sus togas y túnicas de repuesto. Cuando el profesor se acercó, al armario tembló de repente, golpeando la pared. Todos dimos un paso atrás por instinto.—No hay por qué preocuparse,—dijo con tranquilidad—Hay un boggart ahí adentro.