Amélie Larsson.
Aquel día había en el ambiente una agradable impaciencia. Nadie estuvo muy atento a clases, por que estaban mucho más interesados en la llegada aquella noche de la gente Beauxbatons y Durmstrang. Hasta la clase de pociones fue más llevadera de lo usual, porque duró media hora menos. Una vez que sonó el timbre, todos nos levantamos y salimos de la clase iba junto con Malfoy a las mazmorras.
—Espero haya chicas linda.—murmuro sonriendo lo codee.—Hey.
—Tienes novia, Malfoy.—le recordé.
—Bueno sí, pero eso no me impide ver a más chicas.—respondió caminando firmemente.—Que posiblemente si haya.
—Auch.—fingí dolor burlesca, el me miro y entendió.
—Oh vamos, siempre serás la más hermosa de todas Amy..—sonrió.—Siéntete afortunada, fuiste el primer amor de este chico.—se apuntó a sí mismo.—Eso jamás se olvida.
Una vez en las mazmorras solo llegamos a dejar las mochilas y los libros como se nos indico, nos pusimos las capas y volvimos al vestíbulo.
Los jefes de cada casa nos empezaron a colocar en filas. Me puse detrás de Tracey quien estaba hablando con otra chica de nuesto año.
—¡Usted!—grito en tono frío Snape apuntando a un chico de tercer año.—Acomódese bien el sombrero... Venga, vamos.
Bajamos el fila por la escalinata de la entrada, y nos alineamos delante del castillo. Era una noche fría, y clara. Oscurecía, y la luna pálida brillaba ya sobre el bosque prohibido.
—Son casi las seis.—anuncie.— ¿Cómo piensan que llegarán? ¿En tren?
—No creo.—contestó Crabbe.
—¿Entonces cómo? ¿En escobas?—preguntó ahora Goyle.—Creo que sería buena entrada, más si se caen.
—No creo, no desde tan lejos.—contestó ahora Malfoy.
Todo estaba en calma, silencioso, exactamente igual que siempre. Y entonces desde la última fila, en la que estaban los profesores, Dumbledore gritó;
—¡Ajá! ¡Sí no me equivoco, se acercan los representaste de Beauxbatons!
—¿Por Dónde?—preguntaron muchos con impaciencia.
—¡Por allí!—gritó un chico de sexto grado, señalando hacia el bosque.
Una cosa larga, mucho más larga que una escoba (y, de hecho, que cien escobas), se acercaba al castillo por el cielo oscuro, haciéndose cada vez más grande.
—¡Es un dragón!—gritó un chico de primero perdiendo los estribos por completo.
—No seas idiota... ¡es una casa volante!—contestó Dennis Creevey.
Cuando la gigantesca forma negra pasó por encima de las copas de los árboles del bosque prohibido casi rozándolas, y la luz que provenía del castillo la iluminó, vieron que se trataba de un carruaje colosal, de color azul pálido y del tamaño de una casa grande que volaba hacia nosotros tirado por docenas de caballos alados de color tostado pero con la crin y la cola blanca.
Las tres filas delanteras de alumnos se echaron para atrás cuando el carruaje descendió precipitadamente y aterrizó a tremenda velocidad. Un segundo más tarde, el carruaje se posó en la tierra rebotando sobre las enormes ruedas, mientras los caballos sacudían su enorme cabeza, y movían unos grandes ojos rojos.
Del carruaje salió una mujer, una mujer muy alta, jamás había visto a alguien así de alto. Varios soltaron un grito ahogado. Al dar unos pasos entró de lleno en la zona iluminada por la luz del vestíbulo, y reveló un hermoso rostro de piel morena, unos ojos cristalinos grandes y negros y una nariz afilada.
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Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]
FanfictionClaro... tenías que ser tú, siempre fuiste tú. Fecha de publicación: 29/09/2020. Fecha de finalización: 09/12/2020. Todos los personajes a excepción de la protagonista y otros son propiedad de J.K. Rowling. Cc portada: a quién corresponda la imag...