Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]

37.

Nos encontrábamos afuera de la puerta de la mazmorra del profesor Snape, junto a los demás de Slytherin. En eso llegó Malfoy entregando al parecer una insignia.

—¡Póngansela, antes de que llegue!—aviso dándole a cada uno su insignia, llegó conmigo—Aquí tienes la tuya, guapa.

La agarre para verla;

APOYO A CEDRIC DIGGORY:

¡él AUTÉNTICO campeón de Hogwarts!

—¿Es enserio, Malfoy?—alce una ceja incrédula.

—Eso no es todo.—sonrió maliciosamente.

Apretó la insignia y el mensaje desapareció para ser reemplazado por otro que emitía un resplandor verde:

POTTER APESTA

—Ni creas que me lo pondré.—me negué rodando los ojos, el soltó una risita.

—Ya sabía que no lo harías.—lo agarro y se lo entrego a Tracey quien lo acepto y se lo puso, la mire.

—¿De verdad, Tracey?

—¡Está lindo! Combina con la túnica.—se defendió ella.

—Claro, con la túnica.

—Oh vamos, Amelie.—jalo mi brazo.— Eres la única que no se pondrá la insignia.

—Se me hace muy infantil.

—Hay que admitir que Draco se esmeró con esto.—le picó a su insignia.—¡Hasta tiene sonido!

Desvíe mi mirada viendo a Draco que siguió entregando las insignias hasta que llegaron los de Gryffindor, una vez que vio a Harry dijo;

—¿Te gustan, Potter?—preguntó Malfoy en voz alta.—¡Pero eso no es todo, mira!

Todos apretaron sus insignias haciendo lucir el mensaje que brillaba, Harry se puso rojo al instante. Soltaron la carcajada, más Pansy y su grupo de amigas.

—¡Ah, muy divertido!—le dijo Hermione a Pansy y a las demás.—¡Derrochan inteligencia!

Me fijé que Ron estaba apoyado contra el muro junto a Dean y Seamus. No se rió pero tampoco defendió a Harry.

—¿Quieres una, Granger?—le dijo Malfoy, ofreciéndosela.—Tengo montones. Pero con la condición que no me toques la mano. Me la acabo de lavar y no quiero que una sangre sucia me la manche.

Parecía que eso fue la gota que derramó el vaso Ya que Harry saco rápidamente su varita, al instante todos dimos un paso hacia tres menos Malfoy que se encontraba muy entretenido viéndolo.

—¡Harry!—le advirtió Hermione.

—Vamos, Potter.—lo desafió Malfoy, con tranquilidad mientras sacaba su varita.—Ahora no tienes a Moody para que te proteja. A ver si tienes lo que hay que tener...

—¡Furnunculus!—gritó Harry.

—¡Densaugeo!—gritó Malfoy.