Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]

Epílogo

Tiempo después.

||Narrador omnisciente||

La ceremonia había acabado y la fiesta apenas empezaba, todos los invitados están hablando felices tomando entre ellos. Draco se acercó a Amélie que estaba tomando agua.

—Qué preciosa te ves con tu vestido.—le confesó dándole un beso corto en los labios y sonrió.—Ya eres la señora Malfoy.

—Estoy muy feliz.—murmuró ella sonriendo cortamente, la mirada de Draco se desvió a un asiento que estaba desocupado.

—La extraño.—admitió, Amélie lo miró.—Hice que pusieran una silla para ella.

—Supuse que sería por eso.

—Parkinson era la única que sabía que tenía pensado casarme contigo.—admitió tomándola por sorpresa.— Le dije que tiempo después llegaría su invitación, y ella desde entonces había estado buscando el vestido Perfecto para la boda.

~Flashback (días antes de la batalla)

Draco se sentó alado de Parkinson en la Sala Común de Slytherin, ella cerró su libro y lo volteo a ver emocionada.

–Ya se que vestido usar para tu boda.—dijo emocionada, Draco frunció el ceño.

—Aún falta mucho para eso, Parkinson.—le recordó.

—¡Y que tiene! Será verde... largo.—movió sus manos indicando.—con negro, un escote no tan provocativo pero a la vez sí.—le guiño el ojo.—unos tacones largos, un bolso negro... y un peinado que no te imaginas.

—Ya tienes todo entonces.—comentó burlesco.

—Ya lo tengo todo, rubio desabrido.—sonrió ella.—Estaré en primera fila el día de tu boda, haciéndote caras, y cuando se casen estaré gritando tan emocionada.

—No puedo esperar entonces para ver el ridiculo que harás en la boda.—le dijo riéndose ganándose un golpe en la nuca de la chica.

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—No podía dejar de pensar en la ceremonia, en que ella estaba ahí, sentada en aquella silla con su vestido, haciéndome caras para que me riera.—dijo Draco sonriendo mientras sus ojos se cristalizaban.— Después que estuviera gritando y su risa escandalosa se escuchará por todo.—alargó la "o." enseñando el gran jardín que había.– por todo el jardín, de verdad no se que haré sin sus insultos. No hay día que no piense en ella.

—Debes admitir que aunque te enfadara, la querías.–dijo Amélie abrazándolo por la cintura.

—Era mi amiga, mi única amiga aparte de ti.

–Ella está en un mejor lugar.—lo animo ella.—Estoy segura que ella está aquí.

—Yo también lo se.—afirmó el sonriendo.—También he pensado en Crabbe. En la última conversación que tuve con el.... me hizo pensar, qué tal vez el nunca me vió como su amigo de verdad, tal vez sólo estaba conmigo por interés y que cuando vio que mi familia ya no era como antes... dijo unas cosas que, nunca me imaginé escucharlas de él. Pero a pesar de que para el no era su amigo, para mi si lo era.