Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]

176.

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Amélie Larsson.

~E N E R O~

—Pueden salir, pero antes dejen sus pergaminos en mi escritorio y los ratones en sus jaulas.—nos indicó la profesora McGonagall.

Todos nos levantamos de nuestro lugares haciendo lo que había indicado para después agarrar nuestras cosas.

—Me cae bien McGonagall, aunque le regale punto a Gryffindor.—dijo Theo.

—La mayoría de los maestros hacen eso, aunque era más a Potter.—dije yo.

—Últimos meses en esta escuela para después descansar....—canturreo Blaise mientras salíamos de la clase de Transformaciones.

—¡Aún faltan los EXTASIS!—le recordé acomodando mi mochila, abracé a Draco por su cintura.

—Pero no arruines mis ilusiones, Larsson.—reprochó Blaise arrastrando sus pies.

—Es como los TIMOs pero ugh.. peor.—dijo Theo que caminaba alado de Blaise con su mano entrelazada con la de el.

—Ese año fue de lo P-e-o-r sinceramente, los TIMOs más Miss Pastelitos= Un año de horrores.—dijo asqueado Blaise.—¿Qué habrá sido de Miss Pastelitos?

—No lo sé, ojalá se haya casado así no esta tan amargada.—dijo Theo riéndose.

—Necesitaba algo de acción esa señora.—murmuró Draco.— Nunca estaba feliz.

—Claro que sí lo estaba, sonreía pero muy muy forzosamente.... como me harto, la verdad que bueno que nunca supusimos de ella por qué no hubiera soportado otro año, si ella seguía de directora.—admitió Blaise.

—Ve el lado bueno, este año estuvimos sin ella... y sin el trío hipócrita.—le recordó Draco.

—Quitando el hecho de qué hay Mortifagos en cada esquina, y Snape es el director... todo ha ido bien este año.—murmuró Theo.— Gryffindor no tiene nada de puntos.

—Lo poco que les da McGonagall, Snape se los quita.—carcajeó Blaise.

—Ventajas de que el director sea jefe de nuestra casa.—dije yo, a lo que todos concordaron.

Teníamos la siguiente clase que era de Pociones, íbamos camino hasta al aula del profesor Slughorn, al llegar estaban los estudiantes afuera.

—¿Trajeron su investigación?—preguntó Blaise, Draco y yo asentimos mientras Theo se quedaba boquiabierto.

—¿Había tarea?

—Sí, Theo. La dejo la semana pasada.—le recordé riéndome.—¿Qué no la hiciste?

—Nunca supe que había tarea de él.—se puso pálido.—Creo que no entrare.

—¿Cómo no vas a entrar?—preguntó Blaise.—Vas a tener falta en esta clase, y es nuestro último año no deberías estar solo no entrando a clase.

—No hice su tarea, Blaise. De por sí no me quiere por ser hijo de Mortífago.—reprochó Theo.

—Tu entrarás.—ordenó Blaise.— No importa que no la hayas hecho, dile que se te olvidó en las mazmorras que ahorita se la traes.