Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]

42.

—¡Es navidad, levántate Amélie!

Abrí mis ojos al tope exaltada me incorpore en la cama viendo a Tracey dando brincos por toda la habitación, ella me miró.

—¡Ven, vamos por los regalos!

Me senté en la cama aún dormida, bostecé y me estire. Ella abrió la puerta y salió disparada, avance a la puerta y fui a la sala común donde se encontraba la mayoría levantado. Draco llevaba su pijama aún, su cabello todo despeinado, y en ese instante se puso un gorro que al parecer le habían enviado color negro sonrió al probárselo.

Tracey me pasó una caja que había con mi nombre la abrí y adentro había una cadena con la letra "A." Dorada y una carta de mis padres, sonreí.

—¿Te ayudó a ponértela?—escuche decir a Draco que se encontraba enfrente mío señalando el collar, asentí con la cabeza y me volteé dándole la espalda, le di el collar y levante mi cabello en un molote, sentí las yemas de sus dedos en mi cuello dándome un cosquilleo.—Ya quedó.—susurró en mi oído, me volteé viéndolo.

—Muchas gracias.–sonreí.

—No hay por qué Amy.—sonrió y abrió sus brazos.—Feliz navidad, mi reina de Slytherin.

—Feliz navidad.—nos unimos en un abrazo, me apretó un poco más con el, después de unos segundos nos separamos.

Ladeo su cabeza—Tengo algo para ti.

—Y yo para ti.

—No debiste.

—Tú tampoco debiste.—comente haciendo que sonriera.

—Bueno, ya entendí a donde quieres ir. Esta bien, esta bien, cierra los ojos.—ordenó, hice lo que me pidió.—extiende tus manos.—los extendí y sentí algo pesado.—ábrelo.

Era un cuadro, de nosotros de cuando estábamos en primer año que nos tomo mi madre en la estación 9 3⁄4. La imagen se movía donde sonreíamos y después Draco me daba un beso en la mejilla, sonreí al verla.

—Que hermoso, Draco.—admití aún viendo al foto que se movía.—¿Se le has pedido a mi madre?–alce la mirada.

—Me ha tocado pedírsela, aún hablo con ella.—comentó el y sus pálidas mejillas se tornaron rojizas.—Esperó no te moleste que se La Haya pedido.

—No, claro que no. Me encanto.—sonreí.—Tú regalo esta en tu habitación, ayer por la noche le he pedido a Crabbe que te la dejara por la mañana cuando salieras de tu habitación.

—Perfecto, ahorita iré a verlo.—murmuro.—¿Bajarás a desayunar?—asentí.—Nos cambios ¿y vamos juntos?

—Claro.—acepte, los dos regresamos a nuestras habitaciones para bañarnos y cambiarnos, salí de mi habitación yendo a la sala donde el ya se encontraba.

—Te ha quedado bien la chamarra.—comente al verlo con mi regalo puesto, resaltaban sus ojos.

—Está muy hermosa, Amélie. Gracias, no debiste de gastar en mi.—agradeció amablemente.

—No digas tonterías, después de todo eres mi mejor amigo.—le recordé, caminábamos por el pasillo hasta el Gran Comedor al entrar vi que estaban ya desayunando Harry, Ron y Hermione.—Yo... ahorita iré.

Draco solo asintió y se quedó callado yendo a la mesa de Slytherin, fruncí el ceño ya que me había quedado esperando algún comentario burlándose de los chicos. Avance hasta donde se encontraban, en eso Ron se para y antes de que pudiera decir algo me abraza enfrente de todos los del comedor.